La farmacia comunitaria tiene que conseguir que las administraciones introduzcan a la red farmacéutica en las estrategias de salud y obtener su implicación en la atención sociosanitaria y domiciliaria, así como “conseguir la dispensación de las innovaciones farmacológicas en las farmacias, en beneficio del paciente”. Son palabras que el presidente del COF de Madrid, Luis González, realizó durante su intervención en la clausura del Curso “Formación, información y nuevas tecnologías de la farmacia del siglo XXI”, organizado por el Instituto de Formación Cofares en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander la semana pasada.
González señaló la “necesidad de cambio de nuestras farmacias”, con nuevas tecnologías y servicios socio-sanitarios, pero recordó que este objetivo “no será posible sin una farmacia viable económicamente”. El también vicepresidente del Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF), abogó así por revisar los reales decretos leyes que imponen descuentos a la farmacia por facturación y que han conducido al “empobrecimiento de la farmacia y el aumento del paro en el sector”, según apuntó, o del sistema de subvenciones a las farmacias. En este sentido, resaltó la necesidad de reforzar la economía de la oficina de farmacia para poner en marcha la ambiciosa agenda que la profesión se ha marcado para los próximos años, en la Declaración de Córdoba y el Acuerdo Marco de la Profesión Farmacéutica suscrito con el Ministerio de Sanidad.
El responsable del Colegio madrileño incidió así en la importancia de que la farmacia cuente con “recursos económicos suficientes para acometer la transformación e innovación que requiere”, con el fin de avanzar en una farmacia asistencial centrada en el paciente, innovadora en el desarrollo de servicios profesionales farmacéuticos e integrada en las políticas sanitarias y socio-sanitarias. “Queda mucho por hacer y no lo podemos hacer solos. Necesitamos el apoyo de las administraciones sanitarias, de los pacientes y de otros profesionales sanitarios”, instó al tiempo que hizo un llamamiento a la unidad de todas las Instituciones para trabajar en esta dirección.
González puso en valor la farmacia como el recurso más accesible del Sistema Nacional de Salud y subrayó la eficacia de la actuación farmacéutica en el uso de sistemas personalizados de dosificación y la adherencia a los tratamientos, el consejo nutricional y dietético o en el seguimiento farmacoterapéutico de los pacientes. Asimismo recordó el potencial que existe dentro de la asistencia domiciliaria a dependientes y grupos vulnerables, la formación en el autocuidado, la monitorización de indicadores de salud, teleasistencia y, en definitiva, en todo lo que atañe a la prevención y la promoción de la salud. “Es una oportunidad profesional para atender las necesidades de los pacientes y una línea de trabajo que esperamos se reconozca pronto y se impulse decididamente”, aseguró. Por todo ello, subrayó también el gran potencial sanitario que tiene la red asistencial de farmacias para contribuir en el abordaje de una atención integral y continua de un paciente “con necesidades sociosanitarias específicas”.
Por último, indicó que si los farmacéuticos aspiran a seguir siendo profesionales estratégicos en la nueva Sanidad “tenemos que estar formados y con un desarrollo profesional continuo”.
Nicolas Gonzalez Casares: