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Aftas orales

Manual de Práctica Farmacéutica. Universidad de Navarra: Aftas orales. Acceda al documento completo

 

CONCEPTOS GENERALES                                  

 

Las aftas orales son úlceras que aparecen sobre cualquier superficie mucosa de la boca (super- ficie interna de mejillas y labios, lengua y paladar blando).

Constituyen la alteración bucal más frecuente junto con la caries y la enfermedad periodontal.

 

Pueden clasificarse en 3 grupos según su tamaño y forma:

  • Estomatitis aftosa menor/ afta menor:

- Tamaño: <1cm (diámetro)

- Nº: escaso

- Superficiales

  • Estomatitis aftosa mayor/ afta mayor

- Tamaño: >1cm (diámetro)

- Solitarias  y profundas

- Con rodete edematoso

  • Estomatitis aftosa herpetiforme/ afta herpetiforme

- Tamaño: pequeñas, 1-3 cm (diámetro)

- En racimos, pudiendo coalescer y formar grandes úlceras.

 

Las lesiones aftosas aparecen sobre el tejido móvil, generalmente no queratinizado, siendo las localizaciones más frecuentes, en orden decreciente, las mucosas oral y labial, los bordes de la lengua, los surcos bucales y linguales y el paladar blando. Se diferencian de las lesiones herpéti- cas en que, aunque pueden presentar inicialmente un aspecto parecido, aparecen también en las zonas de mucosa queratinizada inmóvil de la boca (es decir, las encías y el paladar duro).

 

 

Signos y síntomas

Las aftas aparecen como una erosión de bordes eritematosos y centro blanquecino, de 3 a 5 mm de diámetro, preferentemente en las caras internas de las mejillas y labios, paladar blando, suelo de la boca o bordes de la lengua.

Suele producirse ardor o picor intenso, que preceden a la aparición de la úlcera. Esta puede ser única o formar grupos de hasta 30 o más. A veces, pueden fundirse varias aftas formando lesiones de contorno  irregular. Persisten durante unas dos semanas y desaparecen posterior- mente sin dejar cicatriz. Son de aparición aguda, y tienen la característica de ser recurrentes, separadas por periodos variables de tiempo.

Las aftas pueden ser muy dolorosas, pudiendo afectar a las actividades diarias de la persona. No suele haber fiebre ni otros síntomas, salvo que se produzcan infecciones secundarias.

La mayor parte de los casos de estomatitis aftosa son de carácter limitado. Las más frecuen- tes se curan por sí solas en un período de 7 a 10 días. Sin embargo, para descartar que estas aftas sean secundarias a otras patologías de mayor envergadura, puede ser conveniente la con- sulta médica.

 

Etiología

Si bien la etiología de las úlceras orales recidivantes no ha sido establecida con claridad, algu- nos factores se han correlacionado con su aparición:

  • Estrés psíquico.
  • Déficit de hierro, vitamina B12 y de ácido fólico.
  • Alteraciones hormonales.
  • Traumatismos locales repetidos sobre la mucosa de la boca provocados por dentaduras mal adaptadas, aparatos de ortodoncia, etc.
  • Procesos infecciosos de la mucosa orofaríngea, amigdalar y vaginal.

 

Otros factores predisponentes descritos son:

  • Antecedentes familiares.
  • Ingesta de ciertos alimentos (huevos, leche, chocolate, frutos secos o ácidos, especias y algu- nos tipos de queso).
  • Uso de dentífricos con detergentes iónicos (lauril sulfato sódico).
  • Hipertermia prolongada.

 

 

TRATAMIENTO                                                    

 

TRATAM IENTO NO FARMACOLÓGICO

 

Hábitos higiénicos y medidas preventivas

En algunos casos basta con la instauración de medidas higiénico-dietéticas específicas y no es necesario instaurar un tratamiento.

Deberemos hacer las siguientes RECOMENDACIONES:

  • Utilización de una pasta de dientes sin detergentes iónicos (como lauril sulfato sódico), o sin ningún detergente.
  • Si existe enfermedad periodontal o caries, el paciente debe ser derivado al estomatólogo para su tratamiento.
  • Extremar la higiene bucal para evitar infecciones.
  • Utilizar un cepillo de dientes de cerdas suaves.
  • Evitar roces con aparatos de ortodoncia, prótesis dentales, alimentos, etc., para que no se produzcan traumatismos.
  • Deben suprimirse los factores desencadenantes de tipo alimentario: alimentos excesivamen- te calientes, ácidos, especiados, picantes, cortantes e irritantes, así como el alcohol, las bebi- das carbonatadas, el tabaco y los frutos secos.
  • Beber por una pajita para evitar el contacto con la boca si fuera necesario.
  • Evitar situaciones de estrés.
  • Efectuar limpiezas suaves de la mucosa mediante enjuagues con suero fisiológico.
  • Si ha tomado antibióticos hace menos de 15 días las aftas pueden ser debidas a una infec- ción por hongos, en ese caso es mejor que consulte con su médico.
  • En algunas ocasiones las aftas son debidas a una carencia de vitaminas, esto es raro, pero si hace una dieta desequilibrada o muy baja en frutas y verduras será conveniente que cambie la dieta o añada un suplemento de vitaminas.

 

 

TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO

 

No existe un tratamiento etiológico específico al no conocerse la causa última de las úlceras orales recidivantes.

Si se decide tratar al paciente, el objetivo del tratamiento será más que curar las aftas, hacer- las más soportables. Como actualmente no hay ningún tratamiento más efectivo que otro, habrá que buscar el más adecuado para cada paciente.

Farmacológicamente pueden tratarse con:

  • Colutorios de antisépticos, como la clorhexidina, con la intención de evitar sobreinfección de las lesiones y un aumento de la duración de las mismas.
  • Anestésicos locales: Reducen la sensibilidad dolorosa.
  • Antiinflamatorios tópicos: Reducen el componente inflamatorio, siendo de gran ayuda en el tratamiento de las aftas. Los más empleados son corticosteroides, como la hidrocorti- sona, y la triamcinolona. Se utilizan en forma de comprimidos de disolución oral (que deben disolverse lo más cerca posible de la zona ulcerada), geles, aerosoles, soluciones, pomadas con orabase, etc.
  • Citoprotectores: como la carbenoxolona, derivado esteroide del ácido glicirrético presente en la raíz del regaliz. El inconveniente que puede presentar es la retención de agua y sodio con hipopotasemia, por lo que deben tener precaución aquellos pacientes que presenten hiper- tensión, enfermedad cardiovascular, insuficiencia renal y hepática.
  • Analgésicos. Todas las aftas cursan con inflamación de la mucosa bucal y normalmente se asocian a dolor leve-moderado. El analgésico de elección es el ibuprofeno y como alternati- va, el paracetamol.

Cuando los pacientes presentan periodos intercrisis de dos o tres meses o una secuencia casi ininterrumpida de lesiones, deben consultar a al médico especialista para un tratamiento local. Este puede realizarse con antibióticos, como tetraciclina, y antiinflamatorios esteroideos, como triamcinolona en infiltraciones perilesionales, o un tratamiento sistémico con corticoides u otros inmunomoduladores.

 

INTERVENCIÓN DEL FARMACÉUTICO              

 

Antes de plantear el tratamiento de las aftas, conviene valorar primero la conveniencia o no de tratarlas, ponderando los beneficios y los riesgos. Deben considerarse cuatro parámetros para la indicación terapéutica:

  • Periodicidad de la recurrencia de las lesiones
  • Número de lesiones ulceradas por brote
  • Tamaño de las lesiones
  • Duración de las lesiones

Así, en pacientes con brotes separados por períodos de más de tres meses, y con sólo una o dos lesiones de un tamaño inferior a los 3 mm de diámetro, probablemente lo mejor es que no sean tratados.

Hay que tener en cuenta que en muchos casos, el paciente queda asintomático en cuatro a siete días desde la aparición de las lesiones, con una remisión completa en diez días.

 

Señales de alarma

  • Se debe remitir al médico siempre que el afta esté acompañada de fiebre, diarrea, erupción cutá- nea, úlceras en otras zonas del cuerpo, pérdida de peso, desnutrición o mal estado general.
  • Un afta que no se cura después de cierto tiempo (10-15 días) o que reincide sistemática- mente en el mismo lugar, debe ser examinada inmediatamente por un médico. Puede tratarse de una herida precancerosa, fácil de tratar si se detecta a tiempo.

 

Preguntas al paciente

  • ¿Quién es el paciente? (adulto, niño, anciano, mujer embarazada)
  • Niños <6 años y adultos >50 años, derivar al médico.
  • ¿Cómo es la úlcera? Características: nº, tamaño, aspecto, localización.
  • ¿Tiene algún otro síntoma?

Derivar al médico si tiene fiebre, diarrea, erupción cutánea, úlceras en alguna otra parte del cuerpo, pérdida de peso, desnutrición, o mal estado general.

  • ¿Cuánto tiempo lleva con el problema? ¿Le ocurre con frecuencia?

Si lleva más de 7-10 días o reincide en un mismo lugar, debe ser examinado por un médico.

  • ¿Padece alguna enfermedad crónica? (enfermedades inmunosupresoras, metabólicas, diges- tivas, asma).
  • ¿Toma algún medicamento de forma habitual?
  • ¿Qué dentífrico utiliza? ¿Emplea colutorios?
  • ¿Lleva prótesis dental? ¿Ha sufrido algún traumatismo?
  • ¿Ha tomado alguna medicación para las aftas? ¿Cuál ha sido el resultado?

 

 

 

 

PROTOCOLO DE  ACTUACION EN AFTAS            

 

 

BIBLIOGRAFÍA

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