Terapéutica

Los padres antivacunas se aglomeran en las áreas ricas y blancas

MIÉRCOLES, 3 de junio de 2015 (HealthDay News) -- Los padres que citan las "creencias personales" para que sus hijos sean exentos de las vacunas rutinarias por lo general son blancos y adinerados, por lo menos en California, encuentra un estudio reciente.
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MIÉRCOLES, 3 de junio de 2015 (HealthDay News) -- Los padres que citan las "creencias personales" para que sus hijos sean exentos de las vacunas rutinarias por lo general son blancos y adinerados, por lo menos en California, encuentra un estudio reciente.

Los resultados, publicados en la edición del 1 de junio de la revista Pediatrics, confirman lo que otros estudios han sugerido. El sentimiento en contra de las vacunas en Estados Unidos parece ser más fuerte entre las familias blancas más ricas.

Pero el estudio encontró además otro patrón que sorprendió a los expertos: las escuelas californianas con unas tasas altas de exenciones por creencias personales con frecuencia también tenían tasas altas de exenciones por motivos médicos.

"No hay una explicación clara del motivo", señaló el Dr. Paul Offit, jefe de enfermedades infecciosas del Hospital Pediátrico de Filadelfia, que no participó en el estudio.

Añadió que el problema es que algunos niños exentos por motivos médicos podrían estar en riesgo si sus compañeros de clase no se vacunan contra enfermedades como el sarampión, las paperas, la tos ferina y la varicela.

Normalmente, cuando un número bajo de personas no se vacuna, siguen estando protegidas por la "inmunidad grupal" que se crea cuando la mayoría de personas de una comunidad han sido inmunizadas.

Pero si un número suficiente de padres retrasa o no vacuna a sus hijos, esa inmunidad grupal puede verse afectada, explicó Margaret Carrel, una de las investigadoras del nuevo estudio y profesora asistente de la Universidad de Iowa.

De hecho, las autoridades sanitarias de EE. UU. han responsabilizado a las exenciones por creencias personales de ayudar a fomentar el brote de sarampión de este año.

Hasta el 1 de mayo, 169 personas en 20 estados y Washington, D.C., habían enfermado de sarampión, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. El brote principal se originó en Disneyland, en California.

Los CDC señalan que empezó probablemente con un viajero que no estaba vacunado que se contagió en otro país antes de ir al parque de atracciones, donde se encontró con otras personas no vacunadas.

En Estados Unidos, todos los estados demandan que los niños reciban varias vacunas de rutina. Pero todos los estados también permiten exenciones por motivos médicos. Esto incluye a los niños con alergias graves a los ingredientes de las vacunas, y a los que tienen un sistema inmunitario debilitado, debido al cáncer o al tratamiento para un cáncer, por ejemplo.

Además, 20 estados permiten exenciones por creencias personales, según la Conferencia Nacional de Legislaturas Estatales.

California es uno de ellos, pero eso pronto podría cambiar. A principios de mes, el senado estatal promulgó un proyecto de ley que prohibiría que los padres busquen exenciones a las vacunas por motivos no médicos. No estaba claro si el Gobernador Jerry Brown la firmaría.

Los que se oponen a la restricción arguyen que los padres deben poder elegir para sus propios hijos.

Offit se mostró en desacuerdo. "Si las vacunas de verdad provocaran los problemas que esta gente afirma, tendrían un argumento", dijo. "Pero las exenciones por creencias personales se basan en riesgos que no existen".

El más famoso, el supuesto vínculo entre la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubeola (SPR) y el autismo, provino de un estudio fraudulento de 1998, y desde entonces muchos estudios han mostrado que ese riesgo no existe.

Y cuando los padres deciden no vacunar a sus hijos, no se trata solo de una decisión personal, enfatizó Offit.

"No se tiene el derecho de poner en riesgo a otras personas", dijo. "Es algo que nos afecta a todos".

Carrel se mostró de acuerdo. "Las vacunas no protegen solo al niño individual, sino a los niños que le rodean, y constituyen un enorme bien público", afirmó.

Para el estudio, el equipo de Carrel utilizó registros estatales para buscar "aglomeraciones" de exenciones por creencias personales para niños de kínder en más de 5,000 escuelas de California. Encontraron muchas de esas aglomeraciones en el norte de California y en las ricas áreas costeras en las afueras de Los Ángeles y otras grandes ciudades.

Esas escuelas normalmente tenían unos porcentajes relativamente altos de estudiantes blancos. Los "puntos álgidos" de las exenciones también tenían una proporción más alta de escuelas privadas o escuelas privadas subvencionadas, en comparación con las áreas del estado con unas tasas bajas de exenciones por creencias personales.

Los patrones variaban muchísimo entre las escuelas individuales. Algunas no tenían niños en kínder con exenciones por creencias personales, mientras que otras tenían tasas de hasta un 79 por ciento.

Las exenciones médicas fueron menos comunes, alcanzando hasta un 19 por ciento en algunas escuelas.

Carrel dijo que lo preocupante es que ciertas escuelas con unas tasas altas de exenciones médicas también tenían unas tasas altas de exenciones por creencias personales.

"Nuestros hallazgos reflejan la preocupación de muchos padres cuyos hijos necesitan una [exención médica], de que la protección por la inmunidad grupal de la que dependen quizá se vea afectada", señalo Carrel.

¿Pero por qué había tal solapamiento en algunas escuelas? Carrel dijo que no está claro.

Pero Offit especuló sobre una posible explicación. Es más probable que los padres de esas escuelas logren que un médico otorgue a su hijo una exención médica, sea o no legítima.

Aunque el estudio solo se centró en California, Offit piensa que también aparecerían patrones demográficos similares en los padres de otros estados.

Artículo por HealthDay, traducido por Hola Doctor

FUENTES: Margaret Carrel, Ph.D., assistant professor, geographical and sustainability sciences, University of Iowa, Iowa City; Paul Offit, M.D., chief, infectious diseases, Children's Hospital of Philadelphia; June 1, 2015, Pediatrics, online

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