Terapéutica

A medida que la tasa de tabaquismo se reduce en EE. UU., es más probable que los fumadores abandonen el hábito

JUEVES, 25 de junio de 2015 (HealthDay News) -- A medida que el número de fumadores en Estados Unidos se reduce, los que siguen fumando se vuelven menos apegados al hábito y tienen más probabilidades de abandonarlo, encontró un estudio reciente.
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JUEVES, 25 de junio de 2015 (HealthDay News) -- A medida que el número de fumadores en Estados Unidos se reduce, los que siguen fumando se vuelven menos apegados al hábito y tienen más probabilidades de abandonarlo, encontró un estudio reciente.

Estos hallazgos contradicen la teoría del "endurecimiento", que ha sostenido que a medida que las tasas de tabaquismo bajan, los que siguen fumando estarán más comprometidos con su hábito, comentó la autora del estudio, Margaret Kulik, miembro postdoctoral del Centro de Investigación y Educación sobre el Control del Tabaco de la Universidad de California, en San Francisco.

"La suposición es que, a medida que la prevalencia del tabaquismo se reduce, los fumadores que queden serán los fumadores dedicados que no pueden o no quieren dejar de fumar", explicó Kulik. "Encontramos que no hay un endurecimiento. Hay una suavización. En realidad hay más gente que deja de fumar, y la gente fuma menos".

El estudio aparece en la edición en línea del 24 de junio de la revista Tobacco Control.

El Dr. Norman Edelman, asesor científico principal de la Asociación Americana del Pulmón (American Lung Association), dijo que el estudio refleja el éxito de las políticas antitabaquismo en EE. UU.

Las leyes sobre el aire limpio han dificultado que se fume en público, los impuestos sobre los cigarrillos han hecho que el hábito resulte más costoso, y las campañas educativas han convencido al público de que fumar es nocivo y repelente, enumeró.

Al mismo tiempo, los programas de cesación del tabaquismo han facilitado más que nunca que los fumadores reciban respaldo cuando intentan abandonar su adicción.

"Es concebible que hayamos llegado a un punto de inflexión, y que realmente hayamos desencadenado un evento cultural en que fumar no es aceptable y no es agradable", planteó Edelman.

Las tasas de tabaquismo han declinado de forma significativa desde 1965, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. En ese entonces, alrededor del 42 por ciento de la población adulta fumaba. Actualmente, más o menos el 18 por ciento de los adultos estadounidenses son fumadores, lo que equivale a unos 42 millones de personas.

En el estudio, los investigadores evaluaron datos de encuestas a nivel estatal sobre el uso de tabaco, recogidos entre 1992 y 2011 por la Oficina del Censo de EE. UU.

Los investigadores encontraron que por cada reducción del uno por ciento en la fracción de la población de EE. UU. que fuma:

  • La cantidad de fumadores que intenta abandonar el hábito aumenta en un 0.6 por ciento.
  • El porcentaje de fumadores que abandonan el hábito de forma exitosa aumenta en alrededor de un 1 por ciento.
  • El consumo de cigarrillos entre los fumadores restantes se reduce en 0.32 cigarrillos al día.

"Esto muestra que las políticas implementadas ahora mismo funcionan", dijo Kulik. "La percepción sobre el hecho de fumar está cambiando en la población, y los fumadores están sintiendo esa influencia".

Pero las políticas antitabaquismo no han sido igual de efectivas en Europa. Los investigadores hallaron que las reducciones en las tasas de tabaquismo no animan a los fumadores europeos a abandonar el hábito, y allí los niveles generales de consumo de cigarrillos han permanecido estables.

Kulik y Edelman plantearon que esos hallazgos socavan los intentos de las compañías de cigarrillos electrónicos y de tabaco sin humo de vender sus productos como una forma de que las personas abandonen los cigarrillos de forma paulatina.

"Estamos avanzando bien sin ellos", dijo Edelman. "No los necesitamos, y no sabemos los efectos de salud o adictivos potenciales de los cigarrillos electrónicos".

Al mismo tiempo, Estados Unidos debe mantener la presión y conservar o fortalecer sus políticas antitabaquismo, concluyó Edelman.

"Si tan poca gente fuma que ya no es parte de la cultura, quizá simplemente desaparezca", comentó Edelman. "Pero eso no significa que debamos dejar de hacer lo que estamos haciendo. Todavía no podemos descansar. Que la meta esté a la vista no implica que dejemos de correr".

Artículo por HealthDay, traducido por Hola Doctor

FUENTES: Margarete Kulik, Ph.D., postdoctoral fellow, Center for Tobacco Control Research and Education, University of California, San Francisco; Norman Edelman, M.D., senior scientific advisor, American Lung Association; June 24, 2015, Tobacco Control, online

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