La Sociedad Española de Farmacéuticos de Atención Primaria (Sefap) reivindica que los servicios farmacéuticos de Atención Primaria (SFAP) estén adecuadamente dimensionados y cuenten con los recursos suficientes para llevar a cabo una política integrada del medicamento, según manifiesta en su informe sobre su posicionamiento acerca de la gestión farmacoterapéutica. En él se apunta que estas organizaciones están en disposición de desarrollar las funciones articuladoras necesarias para facilitar la integración y coordinación clínica en la gestión del medicamento, y que su papel “debe ser central y difícilmente sustituible”.
Sin embargo, para esta sociedad científica, los servicios farmacéuticos en el primer nivel asistencial no están homogéneamente desarrollados y carecen de recursos, por lo que su desarrollo funcional está limitado, hecho que dificulta una política integrada de los fármacos. Alerta de que, en ocasiones, es la farmacia de hospital la que asume el gobierno de la gestión farmacoterapéutica de toda la red, absorbiendo los recursos disponibles. “Trasladar el gobierno y los recursos farmacéuticos de la red integrada a un entorno que no incorpora de forma natural conceptos básicos para la integración y que, por naturaleza, debe focalizar sus esfuerzos en la institución hospitalaria en la que se ubica y en la población atendida por la misma, no es seguramente la mejor solución para conformar un entorno estratégico de gestión farmacéutica focalizado a la población de responsabilidad”, apunta en el informe.
Sin estos servicios farmacéuticos de AP, Sefap ve complicado incorporar la visión poblacional y comunitaria al conjunto de cuidados farmacoterapéuticos y a la gestión del medicamento en general. Además, considera que, sin la presencia de los SFAP, se podría producir un “vacío asistencial” importante en el proceso de gestión de pacientes en la atención sanitaria.
Ante esta situación, Sefap reclama una reestructuración de los servicios farmacéuticos de AP, con el fin de poder dar cumplimiento a sus funciones y estar en condiciones de coordinar la política del medicamento en la organización. “Y si ello supone integrar o incrementar recursos, debe plantearse de forma inmediata y progresiva”, se afirma en el documento.
Funciones de un SFAP
Tal como se describe en el documento, entre las funciones de estos servicios se encuentra la de dinamizar las políticas de medicamentos a nivel poblacional y ejercer de elemento central de coordinación con el resto de servicios farmacéuticos, sobre todo en todas aquellas situaciones de transición de los pacientes entre niveles, así como coordinar el desarrollo de servicios de atención farmacéutica, concertándolos también a las oficinas de farmacia.
Respecto a la concertación de servicios farmacéuticos en torno al paciente, Sefap destaca la figura del ‘farmacéutico de enlace’. “El tránsito de los pacientes entre niveles asistenciales es un punto crítico en el desarrollo y la aplicación de políticas homogéneas de cuidados, y es en este punto donde entendemos que el farmacéutico de Atención Primaria debe aportar un función de enlace conceptual y operativa entre los diferentes agentes vinculados con el paciente y la farmacoterapia”, se afirma en el informe.
Otro elemento a desarrollar por los SFAP, desde la perspectiva de la Sefap, es la articulación entre las políticas de medicamentos globales del Sistema Nacional de Salud y su adaptación a los entornos locales.
Farmacéutico especializado en Atención Primaria
Esta sociedad científica considera que los perfiles profesionales actuales de los farmacéuticos que se integran en servicios asistenciales son “heterogéneos y formalmente diferenciales”, siendo los hospitalarios los únicos que disponen de una formación especializada reconocida.
Ante esta realidad, reclama que el desarrollo de la nueva especialidad en farmacia hospitalaria y de atención primaria permita aportar un reconocimiento explícito a los farmacéuticos de atención primaria. “Si bien buena parte del contenido metodológico puede ser válida y troncal cualquiera que sea el ámbito de responsabilidad del farmacéutico, la visión funcional y, por tanto, los servicios a desarrollar deberán ser necesariamente coherentes con el entorno asistencial en el que se vayan a desarrollar las funciones”, se explica en el informe.
Nicolas Gonzalez Casares: