El gasto público en salud subirá un 8,49% hasta 2019, hasta los 72.412 millones de euros, situándose en el 5,74% del Producto Interior Bruto. Esta previsión del Gobierno, recogida en la actualización del Programa de Estabilidad 2016-2019 y del Programa Nacional de Reformas de España 2016 que ha aprobado este viernes el Consejo de Ministros, contrasta con la anterior actualización en la que se fijó el gasto en salud en el 5,3% sobre el PIB para 2018. A pesar de ello, los fondos destinados a Sanidad seguirían reduciéndose en relación a la riqueza del país y amenaza con afectar seriamente a la calidad de este servicio público.
De este modo, el Gobierno corrige anteriores previsiones de descenso del gasto público en salud y establece un horizonte de crecimiento que supera, aunque de forma ligera, el crecimiento del gasto público total. Entre 2015 y 2019, según las previsiones del Ejecutivo, el gasto público total crecerá un 7,99% al pasar de 468.421 millones de euros a 505.854 millones. Por su parte, la previsión de gasto público en salud subirá en 5.668 millones al pasar de los 66.744 millones de 2015 a los 72.412 millones de 2019, un crecimiento del 8,49%, lo que supone medio punto porcentual por encima del incremento estimado para el gasto público total.
Así, en los próximos años, el ejecutivo prevé un crecimiento del gasto en salud del 2,7% en 2017; un 2,5% en 2018 y un 3,1% en 2019. No obstante, para el presente año, la previsión es de un descenso del 0,1%.
Con todo, el gasto destinado a salud sobre el gasto público total pasará de un 14,2% en 2015 a un 14,3% en 2019, un crecimiento del 0,46%. No obstante, hay que tener en cuenta que la principal estimación del Gobierno es que el gasto público perderá peso con respecto al PIB y pasará del 43,3% en 2015 a un 40,1% en 2019, por lo que a pesar del ligero incremento del porcentaje de gasto en salud sobre el gasto público total, pierde en la relación al PIB.
En relación a la evolución de la economía, la situación no es igual ya que el gasto público en salud perderá participación en el PIB. De este modo, pasará del 6,2% que se registró en 2015 a un 5,74% en 2019, lo que supone un descenso del 6,96%. De este modo se reduce a la mitad el impacto del 14,5% que hubiera supuesto llevar el gasto público en salud a solo un 5,3%.
Si se analizan los tipos de gasto que el Gobierno prevé que van a crecer más de aquí a 2019 nos encontramos con que es el gasto en Defensa el que más crece, con un 14,02%. Tras esta partida, los referidos a Vivienda y servicios comunitarios (11,41%) y Actividades recreativas, cultura y religión (11,05%). La protección del medio ambiente y la educación, así como la protección social también se sitúan por encima de la salud. En su evolución, solo quedan por debajo del gasto público en salud el destinado al orden público y seguridad y el dedicado a servicios públicos generales.
Según el Gobierno, la economía española mantendrá un ritmo de crecimiento medio del 2,5% en los próximos cuatro años y se crearán un total de más de 1,8 millones de empleos, hasta alcanzar prácticamente los veinte millones de ocupados en 2019, junto con una disminución del paro en similar cuantía. Se trata, según explica el Ejecutivo, de previsiones prudentes y realistas que sustentan y hacen creíble la senda de reducción del déficit público que sitúa el desequilibrio fiscal por debajo del 3 por 100 el año próximo y en el 1,6 por 100 del PIB en 2019.
El lo que se refiere al Programa Nacional de Reformas 2016, el Ejecutivo explica que al estar en funciones “únicamente esboza, en términos generales, cuáles serían las medidas que, en su opinión, sería necesario adoptar a partir de ahora para mantener el crecimiento y el ritmo de creación de empleo, consolidando lo conseguido en estos cuatro últimos años, en los que el Gobierno ha puesto en marcha una ambiciosa agenda de reformas que han transformado la economía española”.
Nicolas Gonzalez Casares: