Profesión

“Sigre es el mayor proyecto colaborativo del sector”, según Mampaso

Los responsables del Sigre realizaron en el 20CNF una conferencia sobre las características del sistema e incidieron en que incluso los SPD deben ser desechados por esta vía.

Sigre aglutina a la industria farmacéutica, distribución y colegios de farmacéuticos en una entidad creada para la correcta gestión medioambiental de los envases y residuos de fármacos. Este hecho lleva a su director general, Juan Carlos Mampaso, a afirmar que “es el mayor proyecto colaborativo del sector”. Así lo subrayó en la sesión técnica sobre gestión medioambiental en la farmacia comunitaria desarrollada en el marco del 20 Congreso Nacional Farmacéutico celebrado del 19 al 21 de octubre en Castellón.

Mampaso explicó la importancia de esta iniciativa, señalando que ha servido de modelo para otros sectores y que se encuadra en la estrategia mundial de proteger el medioambiente, poniendo de manifiesto que la farmacia también se preocupa por cómo deshacerse correctamente de los residuos.

La gestión de los mismos debe respetar una normativa que, en caso de incumplirla, puede comportar importantes sanciones e incluso el cierre del establecimiento, expresó Miguel Vega, director de Relaciones Institucionales de Sigre. Recordó que, si bien no existe una legislación nacional que regule los residuos sanitarios, la mayoría de comunidades autónomas disponen de normas específicas en esta materia. En general, el tratamiento de estos deshechos depende de si no son peligrosos, en cuyo caso deben destinarse al sistema de gestión establecido por cada ayuntamiento, y peligrosos, que deben entregarse a un gestor de residuos autorizado.

En todo caso, en el punto Sigre sólo pueden depositarse los envases y restos de medicamentos que se producen en los domicilios particulares. En opinión de Vega, con esta actividad, el farmacéutico amplía su atención sanitaria al ciudadano, al que asesora sobre la forma correcta de conservar los medicamentos y deshacerse de ellos.

Un aspecto que destacó de este sistema es que facilita el tratamiento medioambiental de los SPD, que es una obligación de las farmacias. Para cumplirla, pueden hacerlo individualmente, de manera que deben firmar un contrato de adhesión a Sigre, abonar las aportaciones económicas, presentar de la declaración anual de envases y someterse a auditorias. Otra opción es utilizar los SPD de fabricantes adheridos al Sigre, de modo que la farmacia queda eximida del cumplimiento individual de las obligaciones legales.

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