La frecuencia de errores de medicación por una incorrecta administración de los medicamentos "puede llegar a oscilar entre el 19 y el 59%, dependiendo el estudio". A pesar de que la mayoría de ellos no tienen consecuencias negativas, "hasta en un 26% de los casos los pacientes sufren daños". Así lo explica el Instituto para el Uso Seguro de los Medicamentos (ISMP), que ha elaborado una serie de recomendaciones tanto para el paciente como para los profesionales para reducir los errores de medicación.
Según el ISMP, la principal causa para estos errores de medicación es un desconocimiento por parte de los pacientes o los cuidadores acerca de cómo administrar correctamente el medicamento. Por ello, propone una serie de pautas para que el profesional se asegure de que el paciente conoce para qué sirve el medicamento, como y durante cuánto tiempo lo tiene que tomar, qué hacer si olvida alguna dosis así como explicarles los principales efectos adversos que pueden aparecer.
Igualmente, es importante darles a conocer las cinco preguntas que deben realizar para con para utilizar correctamente los medicamentos. Con estas preguntas el paciente conocerá si ha habido algún cambio con la incorporación o eliminación de algún medicamento; qué medicamentos son los que debe seguir tomando y por qué; conocer cómo debe tomar los medicamentos y durante cuánto tiempo; cómo saber si el medicamento funciona y que efectos secundarios hay que vigilar; así como conocer si necesita que se haga alguna prueba de control y cuándo debe volver a consulta.
Los consejos para los profesionales continúan animándoles a facilitar a los pacientes una comunicación fluida con con ellos, así como para que participen en las escuelas de pacientes activos redes sociales contrastadas o fuentes de información de calidad. También es importante que los pacientes mantengan una lista actualizada con los medicamentos que están tomando así como su pauta, indicación y duración del tratamiento. Igualmente es importante sensibilizar a los pacientes y cuidadores sobre los riesgos por confusiones entre nombres o envases de medicamentos, explicando que se debe utilizar siempre el nombre genérico del medicamento como elemento identificativo.
Del mismo modo, se debe explicar a los pacientes de forma detallada la forma de utilizar correctamente los medicamentos que comportan algún grado de complejidad en su administración.
De cara a los médicos, es importante que tengan en cuenta la programación de los horarios de administración teniendo en cuenta el estilo de vida del paciente y buscando minimizar el número de Tomas. En la dispensación, el farmacéutico deberá verificar con el paciente que el medicamento dispensado se corresponde con el prescrito, mostrándole el envase y el etiquetado del medicamento. La farmacia debe educar al paciente para que siempre compruebe el nombre del medicamento y su envase.
Nicolas Gonzalez Casares: