Terapéutica

Los FH, aliados para una mejor gestión antes y después del transplante

En una jornada patrocinada por Astellas, los FH dieron muestran de lo que pueden aportar en la gestión de las soluciones de conservación pre transplante, la optimización de la farmacoterapia y el análisis de resultados en vida real.
Imagen de la Jornada sobre Farmacia Hospitalaria y Transplante, patrocinada por Astellas con el avel de la SEFH y la SET.

El pasado martes, 31 de enero, se celebró en Madrid la Primera Jornada Nacional Aporta sobre Transplante para Farmacéuticos Hospitalarios, la cual, patrocinada por Astellas y avalada por la SEFH y la Sociedad Española de Transplante, sirvió para poner, negro sobre blanco, cuáles son las principales aportaciones que pueden hacer los FH cuando actúan integrados en las unidades de Transplante de sus correspondientes centros. En este sentido, se dieron algunas muestras de su valor para la gestión de la farmacoterapia dirigida a una buena asimilación del órgano y de las soluciones para la conservación de los órganos (pre transplante), así como en la combinación de técnicas para ajustar dosis y la recopilación y el análisis de los datos para proponer intervenciones óptimas para los pacientes y el SNS.

Sobre la intervención de los farmacéuticos hospitalarios en la fase pre transplante habló Alberto Jiménez, farmacéutico especialista del Complejo Hospitalario Universitario de Granada. Éste se refirió a una experiencia con un desabastecimiento de soluciones de conservación en 2012 por contaminación de dos lotes, que originó la paralización de los transplantes en Andalucía y la consecuente formación de un gabinete de crisis. "La situación terminó de convencer a directivos, cirujanos y anestesistas de la necesidad de incluir a los FH en la solución de la crisis y la posterior gestión de las existencias de estas soluciones, hasta ese momento consideradas productos sanitarios y, por tanto, fuera de nuestra competencia", recordó.

Para que se entienda un poco mejor lo que pueden aportar los FH en la gestión de las soluciones de conservación de los órganos, Jiménez se refirió a la necesidad de conocer los distintos productos que hay en el mercado, saber en qué órganos funciona mejor cada una de ellas y saber aplicar la mejor solución en cada momento. "Actualmente, hay dos que son las más utilizadas, aunque varían según los órganos. Los estudios realizados parecen indicar que ambas ofrecen resultados similares, siendo una de ellas bastante más costosa", explicó, haciendo alusión a la posibilidad de generar eficiencias con una buena selección del producto.

El presidente de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH)Miguel Ángel Calleja, se sirvió de este ejemplo de éxito para animar a aquellos servicios de Farmacia que aún no estén integrados en las unidades de Transplante a solicitar su entrada apoyándose en experiencias como ésta.

Farmacocinética y farmacogenética 

Una vez el paciente ha sido transplantado, lo que toca es ayudar al paciente a que asimile bien el nuevo órgano, para lo que suele usarse el tratamiento inmunosupresor. No obstante, el uso de estos fármacos a largo plazo está asociado a un riesgo alto por su toxicidad y a una variabilidad alta en lo que respecta a su farmacocinética.

Para mitigar esa variabilidad, Virginia Bosó, farmacéutica especialista del Hospital La Fe (Valencia), señaló el "papel clave" que va a jugar la farmacogenética, es decir, el estudio de las variaciones en la secuencia del ADN que se producen como respuesta a los fármacos, en combinación con el estudio de la evolución de los niveles de fármaco tras aplicación del tratamiento. En este sentido, se refirió a algunos estudios realizados con tacrólimus, el inmunosupresor de referencia tras transplante renal, que parecen indicar que "aquellos pacientes que expresan CYP3A5 van a necesitar dosis más altas".

En este sentido, José Luis Poveda, jefe de Área Clínica del Medicamento del Hospital La Fe, añadió que los farmacéuticos hospitalarios tienen "un conocimiento adquirido a través de la cinética que deberíamos aprovechar y complementar con la genética". Y añadió: "La cultura del genotipado está entrando en los hospitales y, como profesionales, tenemos que estar ahí. Es una forma de incorporarnos en los grupos de investigación del hospital".

La importancia de los datos

Para terminar la sesión, José Manuel Martínez Sesmero, farmacéutico especialista del Complejo Hospitalario de Toledo, se refirió al auge de los datos de vida real y su posible aprovechamiento, también, para la optimización de las intervenciones en el área de transplante. Sobre este particular, advirtió de la importancia de contar con fuentes de información de calidad, y señaló la oportunidad que ofrecen herramientas como la historia clínica electrónica y los registros, pero también los smartphones y los wereables.

Para este especialista, los datos de vida real, que además de eficacia y seguridad van a poder aportar información sobre aspectos tan importantes como la calidad de vida o la satisfacción del paciente, son un complemento perfecto, "dadas las limitaciones de los ensayos clínicos y la necesidad creciente de llevar a cabo una gestión basada en el pago por resultados". Por eso apostó por extrapolar los puntos fuertes de los ensayos a la investigación en vida real, como la aleatorización, para conferir rigor a estos datos y que sirvan "para aportar valor".

En este sentido, lanzó como idea el desarrollo de una plataforma de autogestión de datos para ser compartida por los distintos profesionales, "de modo que se puedan generar inputs desde los distintos puntos del hospital y que después se puedan aglutinar con nuevas técnicas de análisis". "Lo estamos trabajando en un ámbito SEFH, pero la idea es que crezca de la meno de estos profesionales", avanzó.

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