Opinión

Seguimos trabajando para salir del ‘día de la marmota’

Artículo de opinión de José Luis Poveda y Juan Carlos Valenzuela, presidente y vicepresidente de la Comisión Nacional de la Especialidad de Farmacia Hospitalaria.
Juan Carlos Valenzuela y José Luis Poveda

Artículo de opinión de José Luis Poveda y Juan Carlos Valenzuela, presidente y vicepresidente de la Comisión Nacional de la Especialidad de Farmacia Hospitalaria.


La formación del Farmacéutico Interno Residente en Farmacia Hospitalaria (FIRFH) constituye una de las etapas más importantes de la vida profesional del futuro farmacéutico de hospital y tiene como objetivo facilitar la adquisición de conocimientos, habilidades y actitudes que permitan dotarle de competencias para el ejercicio autónomo de la profesión, y lo capaciten para prestar la asistencia a los pacientes que requieren de su especialidad, tanto en el medio hospitalario como en los ámbitos de influencia que requieran de su formación especializada.

En este marco, la necesaria adecuación a la demanda asistencial de la población y la evolución de los conocimientos científicos, así como los avances tecnológicos, obligan a la actualización de los programas de formación de manera permanente, por cuanto la adquisición de responsabilidades y capacidades de forma progresiva durante su etapa como FIRFH, no es estática sino que debe ser subsidiaria a los cambios continuos que demandan ciudadanos y pacientes, el conjunto de profesionales sanitarios, y el propio Sistema Nacional de Salud.

Quizás convenga recordar el preámbulo de Real Decreto 2708/1982 que reguló los estudios de especialización farmacéutica y la obtención del título de farmacéutico especialista, que textualmente decía: “Hay que considerar que la complejidad de la sanidad ha dado origen a la aparición y a la multiplicación de condiciones y requerimientos científicos específicos en materias y actividades que inciden no sólo en la propia profesionalidad del Farmacéutico en su ejecución, sino en el campo de la salud, en el del medicamento y en el de la demanda que, en este sentido, apremia la sociedad de nuestros días y exige la necesidad de adecuar a dichas circunstancias la formación de los Farmacéuticos Especialistas, lo que es un hecho social”.

Desde entonces, sólo dos programas formativos elaborados por la Comisión Nacional de la Especialidad de Farmacia Hospitalaria han sido publicados por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. El primero en 1991, y el segundo, el actualmente vigente, fue publicado por resolución de la Secretaria de Estado de Educación de fecha 20 de mayo de 1999.

Por otro lado, la importancia de estos programas de formación era ratificada en la Ley 44/2003, de 21 de noviembre, de ordenación de las profesiones sanitarias en su capítulo III, del título II en su artículo 21, dedicada monográficamente a los Programas de Formación donde se establecía lo siguiente:

  1. Los programas de formación de las especialidades en Ciencias de la Salud deberán especificar los objetivos cualitativos y cuantitativos y las competencias profesionales que ha de cumplir el aspirante al título a lo largo de cada uno de los cursos anuales en que se dividirá́ el programa formativo.
  2. Los programas de formación serán elaborados por la Comisión Nacional de la Especialidad. Una vez ratificados por el Consejo Nacional de Especialidades en Ciencias de la Salud y previo informe de la Comisión de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud y del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, serán aprobados por el Ministerio de Sanidad y Consumo. Los programas de formación serán periódicamente revisados y actualizados por el procedimiento previsto en el párrafo anterior. Una vez aprobados, los programas de formación se publicarán en el "Boletín Oficial del Estado" para general conocimiento.

En estos últimos 18 años, aun cuando se han producido multitud de iniciativas, tanto desde la Comisión Nacional de la Especialidad de Farmacia Hospitalaria como desde la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria, la triste realidad es que no se ha conseguido desligar la aprobación del programa de la especialidad del debate de modificación de la misma, que ya tuvo su concreción en el Real Decreto 639/2014 de 25 julio, con la aprobación del cambio de denominación de Farmacia Hospitalaria y Atención Primaria, aunque su existencia fue efímera como resultado de la anulación completa de todo el texto del mencionado real decreto

Esta situación ha condicionado que, aun cuando se ha realizado un ingente trabajo por parte de todos los vocales de la CNE y se han presentado tres programas completos nuevos en los años 2008, 2016 y 2017, alguno de ellos, además, ratificado en el Pleno del Consejo Nacional de Especialidades en Ciencias de la Salud, el programa sigue sin ser publicado en el BOE.

El último programa presentado fue enviado el 20 de septiembre de 2017 a la secretaría del Consejo Nacional de Especialidades en Ciencias de la Salud (CNECS) para su revisión por la Comisión Permanente del CNECS, sin que hasta la fecha se conozca cuando se efectuará su revisión.

Atrapados en el tiempo, durante 18 años seguimos sin salir del ‘día de la Marmota’ en el que el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad ha situado la formación de la especialidad de Farmacia Hospitalaria. Mientras tanto, la ‘no aprobación’ del nuevo programa propuesto, supone que los residentes en formación siguen el programa vigente en la actualidad, del año 1999, lo que perjudica la calidad de la formación ya que no se actualiza el contenido en función de la evolución de la especialidad y los avances científico-técnicos, ni se contempla la normativa publicada en los últimos años (Ley 44/2003, RD 183/2008).

Como en la película ‘Matrix’, los tutores de FIRFH han tenido que tomarse la ‘pastilla roja’ para seguir el programa de formación aprobado en 1999, y la ‘pastilla azul’ para seguir actualizando la formación de los residentes desde los programas elaborados y presentados en 2008, 2016 y 2017 por la CNE, para adecuar la formación en unas competencias que permitan satisfacer las nuevas demandas asistenciales de pacientes, profesionales y Sistema de Salud.

Seguiremos trabajando desde la CNE y la SEFH, para que lo real y lo virtual de la formación de los FIRFH tengan el mismo espacio y tiempo, Mientras tanto, haremos todas las acciones necesarias, que nos exige nuestra responsabilidad asumida, para salir del ‘día de la marmota’.


Jose Luis Poveda, presidente de la Comisión Nacional de la Especialidad de Farmacia Hospitalaria

Juan Carlos Valenzuela, vicepresidente de la CNE Farmacia Hospitalaria

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Damian Alba
Damian Alba
6 años

Me parece un articulo muy interesante y real.
La formacion de los FIRFH necesita de continua revision y actualizacion para adaptarse a la realidad de los pacientes en cada momento.

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