Política

Colaborar en HTA es necesario, pero en paralelo siguen emergiendo experiencias particulares

Durante la 13ª Reunión Científica de la Asociación Española de Evaluación de Tecnologías Sanitarias (AETTS) se celebró un taller en el que se abordaron los problemas para avanzar en una mayor coordinación y también se habló de experiencias particulares.
Imagen del taller celebrado en el marco de la 13ª Reunión Científica de la Asociación Española de Evaluación de Tecnologías Sanitarias.

Durante la 13ª Reunión Científica de la Asociación Española de Evaluación de Tecnologías Sanitarias (AETTS) se celebró, además de un panel de expertos de reconocido prestigio, un taller relacionado con la evaluación de tecnologías sanitarias y cómo avanzar en una mayor coordinación. En él participaron Iñaki Gutiérrez-Ibarluzea, técnico de Osteba, Gobierno Vasco, y Anna García Altes, responsable del Observatorio del Sistema de Salud, AQuAS, de la Generalitat de Cataluña, en una discusión que estuvo moderada por Nieves Martín Sobrino, Directora Técnica de Asistencia Farmacéutica, Sanidad de Castilla y León (Sacyl).

Gutiérrez-Ibarluzea ha insistido en la necesidad de trabajar de manera colaborativa entre las distintas agencias de ETS en Europa. En este sentido, hizo referencia a EUnetHTA, y apuntó el hecho de que, en la actualidad, existan 81 organizaciones trabajando en red. No obstante, afirmó que no parece que haya voluntad de que continúe funcionando una vez que finalice la Joint Action, que se prevé para 2020.

En el debate se han señalado ciertas incongruencias que se producen actualmente, con informes de evaluación con resultados similares emitidos por diferentes agencias de ETS europeas para una misma tecnología sanitaria, que después se traducen en recomendaciones de inclusión opuestas. También, como no podía ser de otra manera, se aludió a la propuesta de Reglamento sobre Evaluación de Tecnologías Sanitarias, publicada este año, y a las objeciones presentadas por cuatro países por entender que el texto entra en conflicto con competencias a nivel nacional.

Experiencias particulares

En el terreno de las experiencias particulares, García Altes se refirió a la actividad de empresas de carácter público como AQuAS, que en la actualidad trabaja bajo demanda. Desde su experiencia, opinó que la clave está en aumentar la exigencia de los informes emitidos y, al mismo tiempo, reducir los plazos de trabajo, que actualmente se demoran en hasta aproximadamente 1 año.

Por la parte de Osteba, Gutiérrez-Ibarluzea afirmó que cada seis meses se hace una propuesta de priorización de la cual se evalúan seis temas. Posteriormente se emite el correspondiente informe en 2-3 meses, contando con una plantilla de personal casi diez veces inferior al de la Agencia catalana.

En otra sesión, Leonor Varela-Lema presentó la herramienta Pritec, desarrollada por la Axencia de Avaliación de Tecnoloxías Sanitarias de Galicia (avalia-t). Se trata de aplicación web de ejecución automática cuyo objetivo es facilitar el proceso de priorización de tecnologías susceptibles de observación post-introducción y el de priorización para la evaluación de tecnologías potencialmente obsoletas. Según contó, permite comparar hasta 50 tecnologías de forma simultánea y genera un informe de priorización que incluye los principales resultados en formato de tablas y gráficos. La metodología aplicada ha sido la desarrollada en dos proyectos elaborados en el marco de colaboración previsto en el Plan de Calidad para el Sistema Nacional de Salud, al amparo del convenio suscrito por el Instituto de Salud Carlos III, organismo dependiente del Ministerio de Sanidad y Consumo.


Texto y foto: Raquel Carnero

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