Terapéutica

Promocionar la salud es fundamental para la farmacia hospitalaria

La segunda jornada del 63 Congreso de SEFH ha abordado en su sesión plenaria bajo el lema ‘La salud nos mueve’ las políticas sanitarias en promoción de la salud, la prevención cuaternaria y la importancia de la ética, paciente y salud.
Participantes en la mesa 'La salud nos mueve' en el 63 Congreso de la SEFH

La segunda jornada del 63º Congreso de Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), que se está celebrando en Palma de Mallorca entre el 8 y 10 de noviembre, ha abordado en su sesión plenaria bajo el lema ‘La salud nos mueve’, una mesa en la que se ha abordado la importancia de las políticas sanitarias en promoción de la salud, la prevención cuaternaria y la importancia de la ética, paciente y salud.

La sesión ha sido moderada por Gabriel Mercadal, farmacéutico en el Hospital Mateu Orfila de Mahón, quien abrió la sesión señalando que la farmacia hospitalaria, tiene como reto abordar la cronicidad. Por ello, según él, los farmacéuticos deben “sobrepasar las paredes de la farmacia y los servicios clínicos”. “Debemos ir mucho más allá y hacer una integración real de la farmacia hospitalaria y atención sanitaria, en pro de dar un servicio de calidad a este colectivo”.  En este sentido, aclaró que el lema de este congreso, busca “conseguir la promoción de una sociedad más sana y pacientes menos enfermos”.

En definitiva, Mercadal recalcó que “lo que se busca es trabajar en la prevención de la enfermedad, la promoción del ejercicio y una dieta saludable”. Según él, hay que saber buscar y captar factores de riesgos. Por último, recordó la importancia del “empoderamiento del paciente en el cuidado de su salud”.

Más que políticas sanitarias, políticas en global

En la mesa participó Carmen Cabezas, subdirectora General de Promoción de la Salud de Cataluña, en su intervención abordó las políticas en promoción de la salud. Y en este sentido, recalcó que es importante transmitir que la promoción de la salud debe entenderse como “una cuestión de políticas en global y no solo de políticas sanitarias”.

La ponente señaló que “debe transmitirse la idea que hay cosas que si se hacen en el momento adecuado, pueden conseguir grandes cambios que llegan a toda la población, y esto es esencial”.

Cabezas explicó que actualmente hay “casi tres millones de personas mayores de 80 años, por ello es muy importante mejorar la calidad de vida”. Ante esta situación, y teniendo en cuenta que durante los últimos 15 años de vida, en promedio, se tienen bastantes problemas de salud “cuando hablamos de promoción de la salud  el reto es poner vida en los años”, y no tanto alargar la esperanza de vida.

Además, la ponente enfatizó que “la promoción de la salud debe ser para todos, ante necesidades diferentes debe actuarse de forma diferente”.

Cabezas señaló que “la promoción de la salud, debe reducir el Gap entre esperanza de vida y esperanza de vida con buena salud y conseguir reducir las desigualdades”. A este respecto, recordó que el 80% de los determinantes de la salud están fuera del sistema sanitario”. En este sentido, explicó que la salud se crea en el contexto de la vida diaria y la mejora de la salud de la población depende de las personas y de una comunidad empoderadas, con el fin de  hacer de la opción saludable la más requerida.

La experta, por último, recalcó que debe entenderse el hospital como un entorno promotor de salud, debe contar con profesionales formados e implicados en la promoción, debe aumentarse la autonomía de las personas atendidas, evitando la medicalización innecesaria. No olvido recalcar, la importancia de la participación de las personas atendidas en la organización e incluso en las decisiones del hospital

“La salud y bienestar no se puede separar. Y salud-bienestar no se pueden separar de la sostenibilidad”, concluyó.

Prevención cuaternaria

Por su parte, Abel Novoa, presidente de NoGracias abordó una ponencia denominada ‘La prevención cuaternaria’ desde una perspectiva clínica. En este sentido definió el concepto como “el conjunto de actividades que intentan evitar, reducir y paliar el perjuicio provocado por la intervención médica”.

Novoa en su intervención preguntó a los asistentes ¿qué debe considerarse como buena salud o duración adecuada de la vida?. Y en este sentido, aclaró que estas cuestiones cada vez son más difíciles de responder. “Hoy en dia, la tecnologia colocan al profesional sanitario ante un escenario nuevo, ya no tenemos de reparar al ciudadano, es un fenómeno sin límites lógicos”.

Además, señaló como tareas pendientes “examinar de forma crítica la naturaleza y el significado del desarrollo tecnológico para la actividad sanitaria”.

En el ámbito del medicamento, el elevado número de medicamentos me-too en el área de la oncología, la falta de cumplimiento de expectativas clínicas en los nuevos medicamentos, las noticias sensacionalistas en medios de comunicación y la presión social para incorporar las nuevas opciones cuanto antes.

Dentro de los ámbitos de la prevención cuaternaria, el experto señaló la importancia de evitar la medicalización y evitar el daño de intervenciones con un balance riesgo/beneficio dudoso. Por ello, recalcó que debe mejorar el gobierno del conocimiento biomédico para ser capaces de modular la intervención tecnológica.

Por último, el experto recalcó “que una medicina sostenible, una prevención cuaternaria efectiva, requiere, aceptar una idea de progreso médico, que señale unos objetivos explícitos y finitos y que esté dispuesta a aceptar lo adecuado en vez de lo perfecto”.

¿Quién es el responsable de la salud?

Para concluir, la mesa contó con la participación de Ángel Puyol, profesor de Filosofía Moral y Política de la Universidad Autónoma de Barcelona, quien abordó de quién es la responsabilidad de la salud, explicando si entenderse como “un asunto de carácter público o privado, y quién es el responsable”. En su intervención Puyol, dio argumentos de varias paradojas en esta cuestión de la responsabilidad, entre ellas destacó que “reivindicamos la autonomía del paciente, con responsabilidad individual, al mismo tiempo que deseamos la protección social de los pacientes (coste-público)”.

En este sentido, Puyol aclaró que se produce un conflicto entre la responsabilidad individual y la responsabilidad social. Además, incidió en que los recursos de la salud son limitados, y además debe tenerse en cuenta que “cuanto más sabemos sobre salud y enfermedad, más cara es la salud, y en consecuencia no puede llegar a todo el mundo”.

El experto concluyó que “debemos priorizar la responsabilidad social por la salud”. Y matizó “la salud no es de ámbito privado, es problema de todos”.

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