Política

¿Cuáles son las claves de una compra innovadora que aporte sostenibilidad?

La compra innovadora puede ofrecer unas buenas soluciones a los retos que tiene el sistema sanitario para abordar la incorporación de la innovación, tal y como se explicó en una mesa redonda celebrada en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.
Participantes en la mesa sobre experiencias en compra innovadora.

Definir qué es compra innovadora y cuáles son sus claves fue el objetivo de una mesa redonda celebrada en el seno del I Encuentro de expertos en gestión sanitaria y economía de la salud, celebrado en Barcelona el pasado 22 y 23 de noviembre en la Universidad Pompeu Fabra y que ha contado con la colaboración de Almirall.

Los expertos, entre los que se encontraban profesionales de muy distinto perfil, fueron aportando sus ideas sobre qué se entiende por compra innovadora y exponiendo algunas experiencias al respecto, a preguntas de Antoni Gilabert, director del Área de Farmacia y del Medicamento del Consorcio Social y de Salud de Cataluña, y moderador de la mesa.

El primero en intervenir, el presidente de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), Miguel Ángel Calleja, explicó que compra innovadora es “aquella que no es la clásica”, una compra en la que la negociación no se basa “en el precio sino en el valor”. A este respecto, Calleja explicó las líneas generales de algunos acuerdos de riesgo compartido (ARC) que ha coordinado, tanto de tipo económico, como clínico. Su experiencia en la materia alcanza hasta 40 ARC en los últimos años.

En relación a los nuevos medicamentos que llegan, como los CAR-T, explicó que le gustaría “tener competencia con los CAR-T académicos” y que se podrían establecer ARC en función de que se cumpla “la expectativa de vida que se promete en los ensayos”. Además, en otro orden de cosas expuso también una experiencia de dotación de tecnología que ha permitido “pagar aplazadamente una dotación recibida de golpe”.

Comprar el servicio, no el producto

Por su parte, el Gerente del Área Sanitaria Integrada de La Coruña, del Servicio Gallego de Salud (Sergas), Luis Verde, puso el acento en que lo que desde un servicio de salud necesitan no es el equipo material o el medicamento, “sino el servicio que presta”. A este respecto, explicó algunas experiencias de compra pública innovadora e innovación en compra pública que han llevado a cabo en Galicia y que han sido posibles gracias a contar con fondos europeos. Además, Verde puso en valor las oportunidades que la nueva Ley de Contratos del Sector Público (LCSP) ofrece.

En la mesa también participó Julio Mayol, director médico del Hospital Clínico San Carlos, quien dio un nuevo argumento. Según él, no es interesante “comprar innovación, sino que el hospital se convierta en innovador”. Por ese motivo, consideró que “se requiere de una nueva manera de pensar para conseguir resultados diferentes” y por ello reclamó pensar primero en quien se va a beneficiar del valor de lo que se compre.

Como crítica a muchos de los ARC que se realizan en la actualidad explicó que se quieren “generalizar los resultados del ensayo clínico en la vida real sin tener los mismos criterios de inclusión y exclusión”. Según explicó, “no se puede dar el salto de fe” de pensar que el resultado en una población general va a ser el mismo que “en una población hiperseleccionada” de un ensayo clínico.

Mayol también reclamó un acuerdo sobre lo que se denomina valor, que no es lo mismo para cada agente, “acordar también los datos sobre los que se va a medir y, finalmente pagar según lo conseguido para el individuo y para la sociedad”.

Por su parte, Ramón Maspons, coordinador de innovación de la Agencia de Calidad y Evaluación Sanitarias de Cataluña (AQuAS), explicó que ellos consideran compra innovadora aquélla que aporta algo de innovación en alguno de los procesos que conforman la compra, desde la estrategia que da origen a la compra, su definición, la ejecución, los sistemas de pago o la evaluación de resultados.

Maspons explicó que actualmente tienen en marcha once proyectos de compra transnacionales con, al menos, tres países europeos y financiación por la Comisión Europea. Esto les ha supuesto “trabajar con una lógica distinta de necesidad-solución e incorporar la visión de otros sistemas sanitarios que enriquecía” sus programas de compra.

Los participantes también abordaron las dificultades que les ha supuesto la puesta en marcha de sistemas innovadores de compra. Para Calleja, uno de los mayores problemas en los ARC viene dado por “la dificultad de medir el resultado en la vida real”. Además, los ARC requieren un cumplimiento estricto de las condiciones de seguimiento y pruebas que se realicen a los pacientes en el momento en que estén previstas. Cualquier variación de las mismas podría dar lugar a invalidar el acuerdo en un paciente determinado, como ha ocurrido, tal y como explicó.

Las personas, la mayor dificultad

Para Mayol la mayor dificultad radica en las personas. En concreto, señaló que todos los profesionales implicados en todas y cada una de las decisiones hasta ejecutar el proceso son importantes. A este respecto señaló el caso de los interventores, que no están acostumbrados a este tipo de innovaciones en las compras y les puede resultar dificultoso comprar, por ejemplo, algo que todavía no existe. Verde coincidió con él en que “las limitaciones nos las ponemos nosotros mismos” en referencia al sistema sanitario.

Por su parte, Maspons puso en el tejado de la industria algunas de las dificultades: “La visión de los proveedores es que quieren vender su producto y no su servicio”, explicó.

En cuanto a las posibilidades que permite la nueva LCSP, los participantes coincidieron en que algunas cuestiones las facilita, como la compra de servicios y no de productos, pero otras las dificulta. Según Maspons, en algunos pasajes parece “que el legislador esté en contra del desarrollo de instrumentos como la compra innovadora”.

En relación con el precio y su importancia, Calleja explicó que es “vital”. No obstante, recordó que “lo más importante son los resultados en salud, clínicos, humanísticos con la percepción del paciente y económicos. Según indicó “queremos pagar por resultados, pero no a cualquier precio”.

Verde coincidió con Calleja al indicar que “no se puede tener una innovación si no se puede acceder” a la misma.

Por su parte Mayol consideró que “el precio es lo más sencillo a lo que agarrarse cuando uno no sabe”. Del mismo modo, explicó que se compran cajas en vez de resultados porque “es lo más fácil, es un valor seguro cuando uno no sabe”.

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