El dolor es un síntoma muy frecuente en el paciente oncológico, es decir, en aquellos pacientes con cáncer. Estudios recientes acerca de la prevalencia de este dolor apuntan a porcentajes de entre el 24 al 60 por ciento en pacientes en tratamientos activos del cáncer, que pueden aumentar hasta el 86 por ciento en aquellos casos más avanzados.
La importancia del dolor en el paciente oncológico viene dada por cuatro aspectos principalmente. En primer lugar, por su elevada prevalencia, hasta el 90 por ciento de los pacientes en fases terminales experimentan dolor, en segundo lugar, por su frecuente asociación con progresión del tumor y en tercer lugar por el aumento de esta incidencia.
Al detectarse mayor número de casos de cáncer se observa un mayor número de personas con dolor oncológico. Y, finalmente por la afectación que el dolor supone en la calidad de vida de los pacientes.
Podemos destacar la existencia de cuatro tipos de dolor oncológico: neuropático, nociceptivo, mixto e irruptivo, en los que profundizaremos ampliamente en otro vídeo consejo.
El dolor oncológico puede estar presente en todas las fases de la enfermedad. Y, así estudios realizados apuntan a que hasta el 53 por ciento de los pacientes van a presentar dolor independientemente del estadio de su enfermedad.
Este dolor supone un problema importante debido a su alto impacto y repercusión en la calidad de vida, puede disminuir el estado de ánimo y por tanto hacer que el paciente presente una menor respuesta a los tratamientos.
Por lo tanto, este dolor puede influir en la evolución de la enfermedad y ha de ser tenido en cuenta y tratado por los especialistas.
Y, recuerda acude siempre a la especialista y consulta con tu farmacéutico de confianza, él te informará sobre esta cuestión y cualquier otra duda que tengas.
Recuerda, ante cualquier duda acude a tu farmacia y consulta a tu farmacéutico.
Nicolas Gonzalez Casares: