Juan Abarca, presidente del Instituto para el Desarrollo e Integración (Fundación IDIS), ofreció la conferencia inaugural en el II Congreso Nacional del ejercicio privado de la medicina, y en ella defendió "una mayor integración y colaboración de los entornos público y privado para aportar soluciones compartidas con el fin de reforzar el estado de bienestar y el sistema sanitario en su globalidad".
Abarca hizo esta afirmación tras remarcar el futuro incierto que aguarda al sistema sanitario como consecuencia del envejecimiento de la población, la innovación tecnológica o la proliferación de los procesos crónicos. Calculó que, para 2025, se podría estimar un gasto sanitario público entre 97.000 y 113.000 millones anuales, lo que requerirá incrementar el porcentaje de inversión sanitaria pública en 2 puntos sobre el PIB, por lo que desde Fundación IDIS proponen "una serie de reformas que contemplen el uso de todos los recursos disponibles, mediante la elaboración de un mapa de recursos sanitarios globales, y un pacto para el acceso a la innovación, para que el sistema sanitario de titularidad pública, que pasa por dificultades, sea viable y pueda cumplir con los cometidos que marca el ordenamiento jurídico, basado en los principios de equidad, accesibilidad, cohesión, financiación, capacidad de elección, autonomía del paciente.
El presidente de la entidad que representa a las empresas de la sanidad privada hizo un repaso por los que, en su opinión, han sido los grandes hitos en la configuración del sistema sanitario: la Constitución del 78, que implicó un cambio en el modelo sanitario, haciendo que estuviera financiado por medio de impuestos; la creación de la Ley General de Sanidad de 1986, con sus normas de utilización de los servicios sanitarios, la descentralización política en términos de cohesión y equidad o la organización en áreas de salud, y la Ley de Cohesión de Sanidad y Calidad de 2003, que garantiza la calidad del sistema y trata de reforzar la coordinación a fin de tener una perspectiva integral. "Se observa cómo la falta de mecanismos de adaptación del siglo XXI ha llevado a un deterioro del sistema sanitario público que es necesario corregir y reconducir", apuntan desde IDIS.
En cuanto al futuro del sistema sanitario privado, Abarca opinó que "es tremendamente incierto", aunque en esto no distaría mucho del sistema público. "La realidad es que existe una falta de inversión en el sistema público, mientras el sector privado registra una gran parte de los avances y la innovación, lo que crea dificultades de acceso a los usuarios que no tienen opción a ser tratados en el sector privado". Esto convierte a la sanidad privada, a su juicio, en "un agente imprescindible para el sistema público de salud, desde el punto de vista de la planificación de recursos al sistema".
Por eso, concluyó, "es fundamental crear un Pacto Sanitario y eliminar las barreras artificiales generadas entre sanidad pública y privada", de modo que se pueda disponer de "un mapa de recursos común e integrado que busque la mejor sanidad". Y es que, indican desde IDIS, "la viabilidad de nuestro modelo sanitario es posible gracias a la aportación que hace el sector sanitario privado, por ejemplo, en términos de actividad asistencial (al descongestionar el sistema sanitario -31% de las intervenciones quirúrgicas, 24% de las altas, 24% de las urgencias-), accesibilidad (dispone del 58% de los hospitales y el 32% de las camas existentes), presencia progresiva de innovación y tecnología o su apuesta por la calidad, la seguridad y los resultados sanitarios y de salud".
También intervino en el encuentro Manuel Vilches, director de Relaciones Institucionales, quien reflexionó sobre los retos del sector asegurador, y recordó, apoyándose en los datos del informe 'Sanidad privada, aportando valor: Análisis de situación 2019', que actualmente existen ya 8,5 millones de asegurados (sin incluir los más de 1,8 millones de usuarios del sistema privado en el modelo de mutualismo administrativo) que contribuyen a la descarga y el ahorro del sistema público. Pese a ello, denunció Vilches, este sector tiene que convivir "con la ausencia de un interés político por el sector privado y, en consecuencia, de una política sanitaria que tenga en cuenta ambos sectores, dificultades para mantener las pólizas a un precio bajo o la necesidad de avanzar en el seguro a largo plazo, con compromisos por ambas partes, entre otros”.
Nicolas Gonzalez Casares: