Terapéutica

El editor de ‘The Lancet’ califica como “escándalo nacional” la situación por el covid-19, ya que era “prevenible”

Richard Horton, editor jefe de The Lancet, ha ofrecido su visión acerca de la situación existente con el coronavirus en el Reino Único en una entrevista realizada por la BBC que se ha hecho viral en las redes sociales.
Richard Horton, editor jefe de The Lancet

Richard Horton, editor jefe de The Lancet, ha ofrecido su visión acerca de la situación existente con el coronavirus en el Reino Único en una entrevista realizada por la BBC que se ha hecho viral en las redes sociales. Horton califica la situación que se están viviendo como un “escándalo nacional” y ha criticado que se haya perdido el tiempo para prepararse ante una situación que era “prevenible”.

El responsable de The Lancet ha explicado que desde la última semana de enero se sabía que esto estaba viniendo. Según él, el mensaje desde China “era muy claro” en relación con que un nuevo virus con potencial pandémico estaba afectando a ciudades. Por ese motivo considera que occidente, con el tiempo que ha tenido “no tendríamos que estar en esta posición”.

“Sabíamos esto hace 11 semanas y malgastamos febrero cuando podíamos haber actuado”, momento en el cual se podrían haber hecho tests masivos, podíamos haber conseguido equipos de protección personal preparado y diseminado. “No lo hicimos”, ha lamentado.

Horton también es muy crítico con los equipos de protección individual (EPIs) que se están entregando a los profesionales sanitarios. “Lo que tenemos ni siquiera pasa los estándares de la OMS. Estamos poniendo nuestros profesionales sanitarios a los cuales todos acabamos de aplaudir aquí, en la primera línea sin la armadura que ellos necesitan para defenderse”, proclama.


Por todo ello, ha considerado que lo que ocurre en Reino Únido, pero que sería extrapolable a otros países occidentales “es nada menos que un escándalo nacional”. “¿Como hemos podido permitir que esto pase?”, se pregunta, al tiempo que critica “la hipocresía de aplaudir a los trabajadores de la NHS, al tiempo que el gobierno no les apoya a ir a esa primera línea”.

Por todo ello, resume que “es trágico y era previsible. Siento decirlo, pero era prevenible”.

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