La Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (Sefac) ha solicitado al Ministerio de Trabajo y Economía Social "que rectifique inmediatamente el documento 'Prevención de riesgos laborales vs Covid-19', publicado por el el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST), y que recoge las medidas de prevención necesarias desde el punto de vista laboral en diferentes sectores (comercial, reparto a domicilio, hostelería y restauración, sector sanitario, sociosanitario, clínicas veterinarias, funerario, agrícola, etc.). Este documento incluye a las farmacias, se queja Sefac, en el sector comercial, junto con ópticas, ortopedias, estancos, droguerías y establecimientos de alimentación.
"Esta inclusión refleja una deficiente evaluación de los riesgos laborales de los trabajadores sanitarios de estos establecimientos, poniendo en riesgo su seguridad, así como la adopción de las diferentes medidas preventivas y de protección personal que se requieren, en función de la clasificación establecida por el Ministerio de Trabajo y Economía Social", declaran.
Sefac considera que la inclusión de las farmacias comunitarias en el sector comercial "no solo ignora la legislación vigente, que considera a las farmacias como centros sanitarios privados de interés público (en realidad, la Ley 14/1986 General de Sanidad y la Ley 25/1990 del Medicamento, , sino que "desconoce por completo la labor clínica y asistencial que están haciendo los profesionales que ejercen en las farmacias comunitarias y los riesgos que asumen durante la actual pandemia".
Recuerdan que los farmacéuticos atienden y dan servicio, fundamentalmente, a pacientes con patologías y capacidad infectocontagiosa y también a distintos colectivos de riesgo y, además, en las farmacias no solo se dispensan medicamentos, sino que también se instruye al paciente para que se los administren correctamente, especialmente en el caso de los medicamentos complejos como inhaladores, insulinas, etc. Aluden también a la realización de analíticas sencillas en sangre como glucemias, colesterolemias y medidas de la presión arterial, para el seguimiento de la efectividad de los tratamientos farmacológicos que requieren toma de muestras o un contacto muy cercano con el paciente.
En cuanto a las implicaciones de lo que, para Sefac, es una falta de consideración a las farmacias, está el hecho de que las bajas producto de la infección por coronavirus no computarían como una baja por enfermedad profesional, sino como una baja convencional, "ignorando la exposición al riesgo de muchos farmacéuticos, a los que la Administración, a día de hoy, y a diferencia de otros profesionales que trabajan en servicios esenciales, tampoco les ha facilitado los medios y recursos necesarios para desarrollar su labor en condiciones óptimas de seguridad".
Por todo ello, y por los fallecimientos que ya han tenido lugar en el sector, además de los 493 profesionales ingresados o guardando cuarentena y las 48 que han tenido que cerrar temporalmente, Sefac solicita "que se rectifique cuanto antes el documento y se incluya en el sector sanitario a las farmacias comunitarias". Igualmente, han reiterado a las autoridades su total predisposición a seguir trabajando como hasta ahora para mejorar la atención de los pacientes y la población durante la pandemia a través de distintas acciones: educación sanitaria, provisión de materiales de protección, dispensación de medicamentos con entrega a domicilio para pacientes vulnerables, acercando los medicamentos de diagnóstico hospitalario a los pacientes de riesgo e, incluso, colaborando en la realización de test de anticuerpos en la población.
Nicolas Gonzalez Casares: