El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) ha hecho balance de lo realizado hasta ahora por las farmacias en lo que respecta a la entrega de medicamentos que se dispensan habitualmente en el hospital, y calculan que unos 7.000 pacientes se están beneficiando de este servicio.
Se consolida así una apuesta de la corporación colegial que, dicen, tiene como objetivo "facilitar el acceso a los colectivos más vulnerables, reducir riesgo de contagios, favorecer la adherencia a los tratamientos y reducir la presión asistencial sobre los hospitales".
Citan las experiencias de autonomías como Andalucía, Cantabria, Aragón, La Rioja y Cataluña y aseguran que "otras lo están estudiando para extenderlo en sus territorios tras estas experiencias".
El CGCOF destaca del modelo su carácter "colaborativo", ya que vincula a servicios de Farmacia Hospitalaria y oficinas de farmacia, además de contar con la participación de la distribución, garantizando "la continuidad asistencial, el seguimiento farmacoterapéutico, la adherencia al tratamiento y que el medicamento llegue al paciente a través de un farmacéutico".
El presidente del Consejo General, Jesús Aguilar, admite la intención de la institución de "desarrollar nuevos modelos de trabajo colaborativos entre todos nuestros farmacéuticos, independientemente de dónde desarrollen su actividad, y que consigan todos juntos y de forma coordinada garantizar la seguridad del paciente y ofrecer la mejor dispensación y seguimiento de sus tratamientos". Aguilar subraya que "es una alternativa que se ha puesto en marcha de manera excepcional en la pandemia, que está siendo bien valorada" y que la están evaluando "convencidos de que aporta en términos de salud y de seguridad al paciente crónico y complejo".
Entre los beneficios de estos circuitos está el que evitan desplazamientos, riesgos innecesarios, reduciendo tiempos y costes asociados para los pacientes. Además, indican desde el CGCOF, "pueden contribuir a garantizar la dispensación informada y la continuidad de los tratamientos, contribuyendo así a la adherencia y al éxito de la terapia farmacológica".
Nicolas Gonzalez Casares:
Es de lógica que se extienda a todo usuario que lo precise. Por ejemplo, un usuario de mi farmacia debe realizar un trayecto de 150 km (entre la ida y vuelta) y cerrar en su trabajo una mañana (es autónomo), cuando a través de la distribuidora se podría hacer llegar de manera segura la medicación a la puerta de su casa, donde sería dispensada por un farmacéutico. Hay que seguir mejorando el sistema.