Martín Sellés, presidente de Farmaindustria, que representa a unas 150 compañías farmacéuticas nacionales y multinacionales, ha intervenido ante el Grupo de Trabajo de Sanidad y Salud Pública de la Comisión de Reconstrucción, para destacar algunos aprendizajes de la pandemia y sobre todo, para concretar algunas de las aportaciones que puede hacer el sector de cara a esta fase pospandémica, tanto en el plano sanitario como en el económico.
En cuanto a las lecciones aprendidas, ha destacado "la importancia de disponer de un sistema sanitario público bien dotado y adecuadamente financiado", lo que implica, a su juicio, escalar del 6% actual al 7%. Una medida que, ha recordado, estaba en los programas de los partidos del Gobierno de coalición. También se ha referido a la "necesidad de disponer de sanitarios preparados, capacitados y motivados", a la "importancia de invertir en I+D" y de "ver a los medicamentos no solo como un gasto, sino como una inversión", y la urgencia de "reindustrializar España y Europa" para depender menos de países como China o la India. En definitiva, ha concluido, "hemos visto cómo lo sanitario influye en lo económico y cómo los medicamentos y las vacunas pueden solventar la crisis sanitaria y, con ello, la económica".
Con estas lecciones aprendidas, y de cara a la realidad que se abre ahora, considera que la industria tiene mucho que decir. Primeramente, por su peso en el desarrollo de tratamientos y vacunas para afrontar los posibles rebrotes con mayor éxito. Al respecto de los primeros, y por lo que se está viendo en los ensayos clínicos en marcha, ha admitido la posibilidad de "que no haya un único medicamento que cure la enfermedad, sino una combinación de ellos que puedan ayudar a mejorar el estado del paciente".
A nivel terapéutico, por tanto, las mayores esperanzas están puestas en el desarrollo de una (o varias) vacuna con la que se consiga prevenir la enfermedad, un ámbito en el que la industria también tiene mucho que aportar. Sobre los proyectos en marcha, ha vaticinado que "a finales de este año o principios del próximo, habrá resultados relevantes de ensayos clínicos y vacunas para poder utilizarlas". "Éste es el objetivo", ha matizado, aunque ha llamado a "ser prudentes, porque eso puede ir bien o mal".
Sellés ha confirmado, en respuesta a la diputada Ana Pastor, que le preguntaba por la capacidad de España para atraer la producción de alguna de esas vacunas, que lo primero será concluir con la fase de ensayos y, a este respecto, el presidente de Farmaindustria ha confirmado los intentos de la patronal para "traer ensayos" a España. "No es fácil, porque todos los países quieren que los hagamos allí, pero España está bien posicionada y estamos trabajando con Aemps y Ministerio para traerlos y les puedo adelantar que vamos a tener éxito", ha avanzado.
Si la fase de investigación y desarrollo concluye con éxito, habrá que asumir el reto de la producción, teniendo en cuenta, como ha dicho, que "podrían necesitarse más de 10.000 millones si se requieren dos dosis para la inmunización, lo que supone un desafío". Sobre la posibilidad de que esa producción tenga lugar en España, ha confirmado trabajos, también, para que al menos se puedan traer algunas fases del proceso. "Hay dos o tres compañías aquí con capacidades", ha señalado.
No obstante, ha descartado que eso vaya a suponer una ventaja en términos de acceso, y es que, ha explicado, "no se va a producir en todos los países y todos van tener que poder acceder a ellas". Guillermo Díaz, del Grupo Ciudadanos, le ha preguntado, precisamente, por la no participación de España en una alianza entre Holanda, Alemania, Francia y Italia con supuestas intenciones de garantizarse el acceso, y el presidente de Farmaindustria ha opinado, en nombre del sector, que no les parece la opción más adecuada. "Pensamos que debe ser la Comisión Europea la que negocie con las compañías que tengan las vacunas disponibles y que decida, junto con la OMS, las dosis que se pongan a disposición de los países", una postura que podría defender también el Gobierno de España. "Si eso no es posible", ha añadido, "que cada país negocie las dosis que quiere comprar".
Sellés ha recordado, en este punto, el compromiso del sector de vender estas vacunas "sin ánimo de lucro", lo que supondría su comercialización "a precio de coste". Considera que el sector, en general, "apuesta por una aproximación de distribución que se ajuste a criterios objetivos y no en función del poder de cada país".
Otras posibles aportaciones
Más allá de las aportaciones en términos terapéuticos, el presidente de Farmaindustria ha defendido otras que puede hacer el sector para contribuir a que la economía española salga reforzada de esta situación. "Podemos focalizarnos en la creación de empleos de calidad; en el incremento de inversiones industriales, con nuevas plantas, o con la modernización y ampliación de las actuales; en la potenciación de inversiones en investigación básica y clínica y el incremento de la colaboración con las instituciones públicas, así como en producir determinados medicamentos esenciales aquí y disponer de un stock de seguridad para posibles rebrotes y futuras pandemias", ha explicitado.
A cambio, ha pedido un "entorno regulatorio estable y predecible" que les permita desarrollar "planes e inversiones a largo plazo". Eso pasaría, entre otras cosas, por disponer de "una estrategia farmacéutica a medio-largo plazo que vea al medicamento como inversión y no como gasto, que reconozca más a la innovación y al medicamento facilitando el acceso a los medicamentos innovadores con políticas más homogéneas entre CCAA y garantizando la competencia entre genéricos y marcas en igualdad de condiciones".
Tanto Pastor como la socialista Ana Prieto le han preguntado sobre cómo mejorar el Plan Profarma para que sirva de incentivo a todo ese compromiso de la industria con el país, y Sellés ha confirmado que están en conversaciones con varios ministerios, principalmente con Industria, "para ver cómo puede contribuir a traer inversiones". Sin embargo, ha dejado claro que los aspectos más determinantes son "cómo se reconoce a las compañías que hacen I+D en el país, como se reconoce la innovación y cómo se facilita el acceso a los tratamientos innovadores".
En este sentido, indica que "a veces pasan seis, 12 y 18 meses y el fármaco no está disponible para los pacientes". Ha identificado ésta área como una "en la que podemos mejorar" y ha asegurado que las sedes centrales de las grandes multinacionales "lo miran mucho y es un criterio muy importante" a la hora de decidir sus inversiones.
Finalmente, se ha referido al estado del convenio, cuya renovación quedó pendiente para este mes. En este sentido, ha confirmado que sigue pendiente la reunión con Sanidad y Hacienda "para ver cuáles deberían ser las condiciones de ese nuevo convenio", teniendo en cuenta además que el nuevo contexto socioeconómico ha cambiado mucho.
Nicolas Gonzalez Casares: