La comisaria de Salud y Seguridad Alimentaria, Stella Kyriakides, ha comparecido hoy en rueda de prensa para anunciar un paquete de medidas, incluidas en una Comunicación de la Comisión Europea titulada 'Building a European Health Union: Reinforcing the EU’s resilience for cross-border health threats'. Con ello, se pretenden sentar las bases de una Unión Sanitaria Europea que suponga el avance en las actuaciones coordinadas para dar respuesta a los desafíos de la pandemia y a otras emergencias sanitarias.
Una de las apuestas estratégicas pasa por dotar de más recursos al Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) y a la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), con el fin de que puedan servir como vertebradores de políticas comunes en el seno de la Unión.
En lo que respecta a la EMA, una de las propuestas se concreta en la creación de un comité ejecutivo permanente centrado en los problemas de suministro de medicamentos. También se recomienda la creación de un grupo similar para la vigilancia de los dispositivos médicos, un grupo de trabajo específico y permanente para situaciones de emergencia, un panel de expertos que centre su actividad en los dispositivos médicos de alto riesgo.
Asimismo, se asigna a la EMA y al ECDC la misión de crear una estructura más fuerte para la evaluación de ensayos clínicos y una plataforma para la monitorización de las vacunas. También se le asigna a la Comisión la tarea de reforzar el actual marco de adquisición conjunta para toda la Unión.
Esto, en cuanto a los suministros, los medicamentos, los productos sanitarios y las vacunas. Pero es que, además, el documento hace referencia a otras medidas encaminadas a disponer de un plan comunitario, acordado por la CE, el ECDC y los Estados miembros, para dar respuesta a situaciones de emergencia, así como la aplicación de test de estrés a los planes nacionales que lo desarrollen, de acuerdo a esos criterios unitarios y sobre la base de unos indicadores; o la opción de que la CE declare situaciones de emergencia, guiada por un comité asesor independiente, y proponga medidas específicas a los miembros de la UE.
Finalmente, hay una serie de medidas encaminadas a reforzar el papel del ECDC en la vigilancia epidemiológica, lo que implicaría, entre otras cosas, que éste tuviera acceso a los datos nacionales, en el marco del European Health Data Space, así como en el desarrollo de políticas comunes de rastreo y diagnóstico, incluyendo indicaciones para el uso de los distintos dispositivos. También se le atribuye a éste, en colaboración con la CE, la creación de un grupo de intervención para dar apoyo a países en situaciones concretas, entre otras muchas medidas.
A preguntas de los periodistas sobre los posibles recelos que podrían surgir en el seno de los Estados frente al impulso de medidas de estas características, Kyriakides ha opinado que, durante la pandemia, "se ha avanzado mucho a la hora de entender lo que podemos hacer juntos y en la comprensión de la importancia de la solidaridad". Ha puesto como ejemplo del éxito la estrategia común para la adquisición de vacunas, que ya ha cristalizado en cuatro contratos y "estaríamos próximos a firmar dos más", ha comentado.
Ha garantizado que el paquete de medidas que ahora se presenta es respetuoso con las competencias de los Estados miembros y el Tratado funcional de la Unión, y ha destacado, no obstante, que "lo importante es que las medidas beneficien a los ciudadanos". Eso es lo que va a ocurrir, a su juicio, con medidas como la monitorización de suministros por la EMA, o el grupo de trabajo para actuaciones rápidas frente a alertas sanitarias, etc. "El actuar unidos tendrá ventajas", ha concluido.
En lo que respecta al calendario de implantación de las medidas, la comisaria ha mostrado la intención de "avanzar lo más rápidamente posible", y ha confirmado, a este respecto, que, "tanto los presidentes, como el Parlamento Europeo se han comprometido a ello".
Nicolas Gonzalez Casares: