El Ministerio de Sanidad prevé incrementar de manera muy importante la vacunación de la gripe en los próximos años. Y, para asegurarse de la existencia de dosis necesarias, ha incrementado de forma importante la estimación de gasto a realizar.
Según el anuncio público previo del Acuerdo marco para la selección de suministradores de vacunas frente a la gripe estacional para determinados órganos de contratación de la Administración General del Estado, Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) y las ciudades de Ceuta y Melilla y varias CCAA, la inversión para la próxima temporada de gripe alcanzaría los 122 millones de euros y sería un poco superior en la 2022-2023 ya que para dos años se prevé un incremento adicional hasta llegar a 266 millones de valor estimado de contrato.
Estas cifras suponen un récord absoluto en inversión en vacunas de la gripe ya que multiplican por cinco el presupuesto base del acuerdo marco de 2020, que se quedó en 24 millones de euros.
Entre las justificaciones que podrían explicar este incremento se encuentran, por un lado, la mayor cobertura que se quiere lograr, al igual que este año, para evitar la coexistencia de las pandemias de gripe y covid-19 y, por otro, la sustitución de vacunas de tecnologías e inmunización obsoleta para pasar a otras vacunas innovadoras que presentan un coste superior.
Cabe señalar que, en este momento, aún no es posible conocer el número de dosis que se licitarán ni los importes máximos de cada lote ni siquiera las comunidades autónomas que se adherirán a este acuerdo marco. A falta de conocer esta información, no se puede saber si la previsión de número de dosis para la temporada 2022-23 augura malas predicciones en relación con la covid-19 o si solo se quiere asegurar una mayor inmunización frente a la gripe estacional.
Por último, cabe señalar que, aunque este anuncio previo se ha publicado 12 días antes que cuando lo hizo en 2020, aun queda tempo para que se publiquen los pliegos con las demandas de dosis. Esto puede suponer, como siempre se han quejado las compañías productoras de vacunas, dificultades para satisfacer las necesidades planteadas, especialmente en estos momentos cuando la demanda mundial está disparada.
Nicolas Gonzalez Casares: