Opinión

La necesidad del controlar el asma

Artículo de opinión de Rosa Romero Sánchez, presidenta de la Comisión de Sanidad y Consumo del Congreso de los Diputados.

Artículo de opinión de Rosa Romero Sánchez, presidenta de la Comisión de Sanidad y Consumo del Congreso de los Diputados

Con motivo de la celebración del Día Mundial del asma, que tuvo lugar el pasado 5 de mayo, en la Comisión de Sanidad tuvimos la oportunidad de recibir a los representantes de la plataforma Asma 360 que nos trasladaron que, en España, un 5% de la población adulta padece asma, es decir, unos dos millones de personas. Según el INE, solo en 2018 fallecieron un total de 1.111 personas a causa de esta patología en nuestro país, lo que evidencia la necesidad de tomar medidas para mejorar la calidad asistencial de los pacientes asmáticos en todas las fases de la enfermedad.

El asma es una patología respiratoria crónica que se caracteriza por la inflamación de las vías respiratorias, lo que dificulta la entrada de aire a los pulmones. Al tratarse de una enfermedad crónica, el asma requiere un abordaje multidisciplinar que garantice tanto un diagnóstico precoz, como un tratamiento y seguimiento adecuados. Para ello, el equipo de profesionales implicados en el abordaje del asma debería estar integrado por neumólogos, médicos de atención primaria, alergólogos, farmacéuticos hospitalarios, farmacéuticos comunitarios y enfermeros, entre otros. Por esta razón, las unidades multidisciplinares constituyen un factor fundamental para garantizar una atención de calidad y, por tanto, la consecución de mejores resultados en salud para los pacientes.

Si nos fijamos en los datos de prevalencia, se trata de una de las enfermedades crónicas más frecuentes en España y en los países occidentales en general. Se calcula que en el mundo existen 300 millones de personas afectadas por asma y que para 2025 esa cifra habrá aumentado en 100 millones más. En España, un 5% de la población adulta padece asma, es decir, unos dos millones de personas. Lo realmente preocupante es que, a pesar de encontrarnos en un país desarrollado como el nuestro, solo en 2018 fallecieron, según el INE, un total de 1.111 personas a causa de esta patología en nuestro país.

La razón de estos fallecimientos la encontramos en que la enfermedad sigue sin estar bien controlada. De hecho, un 70% de los pacientes asmáticos están infradiagnosticados o mal controlados, lo que supone una carga enorme para nuestro Sistema Nacional de Salud, tanto médica y social para las personas que la sufren, como económica para nuestras arcas. Desgranando los datos, descubrimos que el asma supone un impacto económico de cerca de 1.500 millones de euros para nuestro SNS. Es decir, un 2% del presupuesto sanitario. Y de esos 1.500 millones de euros, el 72% se deben al mal control de la enfermedad.

Por tanto, resulta evidente que todos los actores implicados, más aún los poderes públicos, debemos poner de nuestra parte para revertir esta situación, contribuyendo a buscar soluciones que contribuyan a establecer un modelo asistencial del asma, mejorar el control y seguimiento de los pacientes, reportar beneficios para todos los actores del sistema y optimizar los resultados en salud de esta patología.

En este sentido, sería deseable la aprobación por parte del Gobierno de una Estrategia Nacional de Enfermedades Respiratorias con la que se desarrollen procedimientos que mejoren la coordinación, continuidad y calidad asistencial en el diagnóstico y seguimiento del asma, se pongan en marcha protocolos y programas de formación y educación terapéutica para pacientes y familiares o se amplíe el número de unidades especializadas en su abordaje, entre otras medidas que redundarán en una mejor la calidad de vida de los pacientes asmáticos.


Rosa Romero Sánchez es presidenta de la Comisión de Sanidad y Consumo del Congreso de los Diputados

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