El proyecto ReFHuerza, una iniciativa que tiene como objetivo identificar y dar visibilidad a las necesidades no cubiertas, tanto del profesional como de los pacientes con artritis reumatoide (AR), desde la perspectiva de la Farmacia Hospitalaria (FH), inicia su andadura.
Miguel Ángel Calleja, jefe del Servicio de Farmacia del Hospital Virgen Macarena de Sevilla y expresidente de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), implicado en el desarrollo de este proyecto en el que van a participar 15 hospitales, considera uno de los puntos fuertes de esta “ambiciosa iniciativa”, la vinculación del paciente, un gesto que considera “necesario”, pero también “inteligente”.
Según indica Calleja, “la artritis reumatoide es una patología crónica y compleja en la que el papel del farmacéutico y su relación con el paciente es fundamental para aspectos tan esenciales como la dispensación de los medicamentos, formación al paciente o la monitorización de la adherencia, la efectividad y la seguridad del tratamiento”.
ReFHuerza nace con la intención de “identificar y dar visibilidad a las necesidades no cubiertas”, tanto del profesional como de los pacientes con AR, desde la perspectiva de la Farmacia Hospitalaria.
En el proyecto, que sale adelante gracias al apoyo de la biotecnológica Galapagos y que dispone del aval de la SEFH, participan un equipo de 18 miembros -jefes de servicio de FH y farmacéuticos hospitalarios- de 15 hospitales de toda España.
El trabajo a desarrollar será el de llevar a cabo un análisis cualitativo de las necesidades actuales, basado en su experiencia y su trato con el paciente, contando también con la perspectiva de diferentes asociaciones de pacientes.
Desde el punto de vista del paciente se abordarán aspectos como el reto de las competencias digitales en la comunicación entre profesionales y pacientes, necesidades de apoyo, su relación con el farmacéutico hospitalario o la comunicación de los resultados de su tratamiento.
Desde el lado de los profesionales se plantean la aplicación de las nuevas tecnologías para la monitorización y seguimiento de los pacientes, la coordinación con otras áreas para un enfoque multidisciplinar, la adherencia o la dispensación y entrega informada a domicilio de medicamentos en enfermedades inflamatorias.
Estas necesidades, según explica Calleja, tienen una doble vertiente. Por un lado, afirma, “se trata de conocer las necesidades globales” del paciente, así como “el tipo de atención y seguimiento”, así como otras que no se perciben tanto desde el servicio, pero que son fundamentales para el paciente, “como el confort, acompañamiento, o la disponibilidad del acceso a la telefarmacia”.
El papel del paciente “es nuclear el proyecto”, asegura Calleja, ya que “está implicado desde el principio”. Las asociaciones “son la voz que nos va a marcar el camino”-
Por otro lado, “identificar las necesidades de los farmacéuticos de hospital para hacer mejor su atención”, asegura Calleja, haciendo referencia directa a cuestiones tales como la formación, la estructura del propio servicio, o los parámetros de calidad. Se trata de “dotar de más herramientas a los farmacéuticos hospitalarios en el abordaje del paciente de AR”.
El responsable del servicio del hospital Sevillano asegura que “ya se ha formado el grupo coordinador de seis equipos de trabajo” y mantiene la intención de poder presentar los dos documentos de trabajo –uno vinculado a las conclusiones de los profesionales y otro al de los pacientes- “en el próximo congreso” de la SEFH. Posteriormente, el objetivo de mantener un pilotaje inicial y poder ‘exportar’ las experiencias hacia otros hospitales.
Nicolas Gonzalez Casares: