Terapéutica

Grupo Español de Linfomas: los pacientes que han recibido CAR-T pueden responder peor a la vacuna

Un estudio del Grupo Español de Trasplante Hematopoyético (GETH), de la  Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) estima que entre el 40-50% de pacientes con linfoma podrían necesitar la dosis de refuerzo de la vacuna frente al Covid-19.
Dolores Caballero y Natacha Bolaños, en la presentación de la rueda de prensa.

Un estudio del Grupo Español de Trasplante Hematopoyético (GETH), de la  Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) estima que entre el 40-50% de pacientes con linfoma podrían necesitar la dosis de refuerzo de la vacuna frente al Covid-19.

Estos datos han sido hechos públicos hoy por la presidenta de la Fundación Geltamo (Grupo Español de Linfomas), Dolores Caballero, con motivo del Día Mundial del Linfoma que se celebra el próximo miércoles.

Según los datos del estudio de la SEHH, realizado con cerca de 400 pacientes receptores de trasplante de progenitores hematopoyéticos (TPH) y/o de células CAR-T, "los pacientes con linfoma que han recibido terapia CAR-T parecen tener peor respuesta a la vacuna que otros enfermos hematológicos".

Aunque según ha indicado Caballero, los datos tienen aún que confirmarse pero se estima que sólo entre el 20 y el 30% de los pacientes que han recibido un trasplante van a necesitar la vacuna de refuerzo; el mismo porcentaje que en los casos de hemopatías mieloides, mientras que en los enfermos con linfoma, “quizá el 40 o 50% de ellos necesiten la vacuna”.

Estas manifestaciones de Caballero se realizan dentro del contexto de valoración del efecto que la pandemia ha tenido sobre los enfermos de linfoma. En este sentido la presidenta del grupo español ha indicado que “en los pacientes con linfoma, la infección por Covid-19, sobre todo en aquellos que desarrollaban neumonía, se asoció a una mortalidad muy elevada, pues más del 35% de los que ingresaron en hospitales con linfoma y neumonía fallecieron”.

La pandemia ha afectado especialmente en la primera fase de la pandemia al diagnóstico, ya que “los enfermos venían con una enfermedad muy avanzados”, si bien las medidas de prevención a las que están acostumbradas las personas inmunodeprimidas, facilitó que “estos se infectaron menos que la población en general”.

CAR-T

En  España,  la  terapia  CAR-T  se  administra,  previa  indicación  del  hematólogo,  en pacientes  con  linfoma  B  difuso  refractario  sin  más  opciones  terapéuticas.  “Sus  resultados  en  nuestro  país  son  muy  similares  a  los  reportados  por  otros  países  europeos”,  indica  la  doctora  Caballero.  Según  los  resultados  preliminares  de  un  estudio de vida real con CAR-T liderado por GELTAMO, “una tercera parte de estos pacientes ya son largos supervivientes. Y las expectativas de esta terapia son infinitas, con nuevas indicaciones y nuevos CAR-T que llegarán en los próximos años”, señala.

Junto a ello, “los anticuerpos monoclonales biespecíficos y otras pequeñas moléculas  están dando resultados muy esperanzadores en pacientes con linfoma”. 

Sin embargo las barreras en el acceso siguen siendo un motivo de preocupación importante. Natacha  Bolaños,  Gerente  de  Alianzas  Globales  en  Lymphoma  Coalition,  indica que es preciso superior cuestiones como “las barreras de acceso a las terapias CAR-T, como la falta de reembolso  en algunos países (no es el caso de España), los estrictos criterios de inclusión por indicación o problemas logísticos tales como la capacidad hospitalaria o la manufactura”,  explica. 

Además, a  esto  hay  que  sumarle  el  hecho  de  que  nos  encontramos  inmersos  en  un  escenario  de  pandemia  y  post-pandemia,  lo  que  implica  mayores  desafíos”, añade. El acceso a esta inmunoterapia “no es equitativo en Europa, pues solo unos pocos países han aprobado el reembolso para el tratamiento del linfoma B difuso refractario sin más opciones terapéuticas”. 

Con respecto a la pandemia, “es claro y contundente que ha impactado en el ámbito clínico, pero también ha afectado significativamente a la necesidad de información de  los pacientes”, apunta la representante de Lymphoma Coalition. “Al principio, los datos fueron  escasos,  confusos  y  muy  imprecisos,  y  no  estaban  para  nada  armonizados”,  afirma.

En este sentido, “las organizaciones de pacientes han reportado un aumento promedio del 45% en la demanda de información y soporte directamente relacionadas con la infección por Covid-19 y con las consecuencias en sus tratamientos o en la planificación de ensayos clínicos”

Aunque en España  no  hay  análisis  epidemiológicos  reglados,  la  Red  Española  de Registros  de  Cáncer (REDECAN)  estima que cada  año  son  diagnosticados  10.000  nuevos  casos  de linfoma, convirtiéndose en el cáncer de la sangre más frecuente. La mejora de la supervivencia global de los pacientes con linfoma ha incrementado la prevalencia de esta enfermedad hasta los 23.000 pacientes.

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