Profesión

Sefac pide a Madrid la retirada del programa 'Atento’ de atención farmacéutica telefónica desde AP

Asegura que “los recursos económicos públicos deberían destinarse para resolver los problemas sanitarios de los ciudadanos y no para generar duplicidades ineficientes de funciones que ya realizan los farmacéuticos comunitarios”

La Sociedad España de Farmacia Clínica Comunitaria (Sefac) ha demandado hoy la retirada del programa ‘Atento’ recientemente puesto en marcha por la Comunidad de Madrid, a través de la Gerencia Asistencial de Atención Primaria, para atender telefónicamente dudas sobre la administración de medicamentos a los usuarios.

En un comunicado, esta sociedad hace extensiva la solicitud a todas las Administraciones “que lleven a cabo iniciativas similares” y pide a cambio que “se desarrollen otras inclusivas y colaborativas con la farmacia comunitaria que realmente mejoren la atención sanitaria a la población, especialmente en un entorno pandémico y de estrés del sistema sanitario como en el que nos encontramos”.

En su valoración, Sefac considera “lamentable e inexcusable que los recursos económicos públicos se destinen a iniciativas como esta que intentan duplicar ineficientemente la atención farmacéutica al paciente y, sin embargo, cuando en pleno siglo XXI todas las farmacias españolas están ya comunicadas en red y son interoperables con el sistema sanitario, se siga sin disponer de una vía de comunicación directa farmacéutico-médico, que permita resolver las incidencias que diariamente obligan al paciente a volver al centro de salud o a contactar con su médico”.

En opinión de SEFAC, esta iniciativa, y otras similares, no son eficientes y suponen un gasto público innecesario, intentando duplicar la labor que llevan realizando desde hace años los más de 55.000 farmacéuticos comunitarios cada día con los más de dos millones de personas que acuden a las farmacias a recoger sus medicamentos, recibir consultas o resolver todo tipo de dudas, tanto sobre sus tratamientos ambulatorios como sobre otro tipo de cuestiones relacionadas con su salud. De hecho, los farmacéuticos comunitarios resuelven más de 180 millones de consultas anuales, y ofrecen un innegable servicio público que permite tanto una accesibilidad amplia por proximidad y horario como una longitudinalidad de la atención, como la pandemia ha puesto en evidencia.

Iniciativas como ‘Atento’, además de haberse llevado a cabo “sin contar con los farmacéuticos comunitarios, no reúne las características asistenciales necesarias para atender este volumen de consultas, ni por la facilidad de acceso para el paciente (300 farmacéuticos comunitarios disponibles por cada farmacéutico de atención primaria, que atienden sin cita previa durante 24 horas 365 días al año), ni por la experiencia clínica basada en el conocimiento de las características del paciente y su entorno”. Igualmente considera que “generan unas expectativas inalcanzables del servicio como confusión en el paciente al complicar aún más el laberinto sanitario y en la práctica generar duplicidades ineficientes”.

La figura del FAP “puede ser necesaria para desarrollar modelos de coordinación entre niveles asistenciales, fomentar guías de uso racional del medicamento entre profesionales y promover programas de educación a la población que son las tareas asignadas por ley y que están todavía por desarrollar, no solo en la CAM sino también en la mayor parte del país”.

Además, las farmacias comunitarias tienen definidas por ley una serie de funciones, que permiten cubrir las necesidades de la población en relación a las dudas que puedan existir sobre los tratamientos. Algunas de esas funciones, que deben ser prestadas por los farmacéuticos comunitarios que trabajan dichas farmacias.

Desde SEFAC siempre se ha abogado por la colaboración con las autoridades sanitarias y con el resto de los profesionales sanitarios, especialmente en el nivel asistencial de atención primaria y comunitaria. Por este motivo, considera además que “la relación entre los farmacéuticos comunitarios y los médicos y otros profesionales sanitarios de los centros de salud y de otros niveles asistenciales debería ser directa en todo aquello que afecte a la prestación farmacéutica y la salud de los pacientes que utilizan medicamentos y visitan las farmacias reforzando así la asistencia clínica al paciente sin interferencias. Por tanto, debería impulsarse una decidida colaboración con el resto de los farmacéuticos, sean de atención primaria o de hospital, cuando fuera necesario”.

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