Terapéutica

La farmacogenética puede ayudar a prevenir la siniestralidad laboral

Expertos reclaman su incorporarción a planes de vigilancia, como herramienta de prevención cuaternaria

La Medicina Genómica, y en particular la farmacogenética, es una ciencia de aplicación transversal que tendrá un impacto en todas las áreas de la medicina, también en el campo de la Medicina del Trabajo. Así, las ciencias ‘ómicas’ pueden ayudar a prevenir riesgos o siniestralidad en el ámbito laboral, mejorar el estado de salud del trabajador y evitar la pérdida de horas de trabajo causada por patologías complejas.

Sin embargo, los médicos del trabajo necesitan una mayor formación para aprovechar todas las posibilidades que ofrece la Medicina Genómica. Así lo ha indicado eIgnacio Romero Quintano, vocal del Comité Científico de la AEEMT y moderador de la mesa ‘Actualización en Genómica Médica´-con la colaboración de la Fundación Instituto Roche-, celebrada en el marco del I Congreso Internacional de Medicina y Enfermería del Trabajo y XII Congreso Español de Medicina y Enfermería del Trabajo, organizado por la Asociación Española de Especialistas en Medicina del Trabajo (AEEMT).

Romero asegura que “existe una falta de formación entre los médicos del trabajo en Medicina Genómica. Todos los días se descubren cosas nuevas y todos los profesionales sanitarios tienen que partir de esa base de lo que hoy en día la genómica ya nos ofrece”, ha agregado. Adrián Llerena, director del Instituto Investigación Biosanitaria de Extremadura (INUBE) y uno de los expertos participantes en la mesa ‘Actualización en Genómica Médica´, ha comentado las aplicaciones de la Medicina Genómica en la Medicina del Trabajo.

Llerena, también presidente de la Sociedad Española de Farmacogenética y Farmacogenómica (SEFF), ha explicado que la farmacogenética trata de identificar la variabilidad en la respuesta a los medicamentos. En concreto, permite identificar los posibles fallos terapéuticos y la identificación de reacciones adversas de causa genética. Para el experto, “en la Medicina del Trabajo, la farmacogenética, la farmacogenómica y la Medicina Personalizada en general, deberían incorporarse en planes de prevención de riesgo laboral como herramienta de prevención cuaternaria. Es decir, para disminuir el riesgo asociado a las reacciones adversas que se pueden producir en las intervenciones terapéuticas”.

Así, el uso de herramientas de farmacogenética permitiría a los médicos de trabajo dar respuesta a aquellas bajas laborales derivadas por reacciones negativas a los fármacos. “Si el médico de trabajo tuviese esta formación, podrían identificar su medicación y plantear la posibilidad de remitirlo al especialista correspondiente para que reconsidere su tratamiento”, ha precisado Romero.

Los expertos reunidos en el congreso también han planteado otra ventaja de incorporar la Medicina Genómica en la Medicina del Trabajo: la aplicación de esa variabilidad genética en la respuesta a los fármacos para ver qué trabajadores son susceptibles a la toxicidad industrial.

Para Romero, “sería muy importante para nuestra especialidad poder tener una información individualizada de la sensibilidad que pueda tener un trabajador a la exposición de cualquier tóxico, desde plaguicidas, desinfectantes o disolventes, entre otros”. En este sentido, el especialista ha recordado que aún hay mucho cáncer profesional que es perfectamente prevenible y está infradiagnosticado: “Tenemos cánceres que simplemente se diagnostican, pero cuyo origen es laboral o que algún tóxico laboral ha sumado para que se desarrolle o sea de peor pronóstico”.

Romero considera que el reto actual para la Medicina del Trabajo es la adquisición de “una formación básica de lo que la genómica médica actualmente ya nos aporta”. Palabras suscritas por la directora gerente de la Fundación Instituto Roche, Consuelo Martín de Dios, quien ha comentado que “la Medicina Genómica es transversal a todas las disciplinas médicas; también en la Medicina del Trabajo, tiene y tendrá un papel relevante en la mejora de la salud de los trabajadores”, ha remarcado.

La Medicina del Trabajo se compone de cinco áreas de competencia: preventiva, asistencial, pericial, gestora y docente e investigadora. Una de sus competencias es la prevención de accidentes laborales. Según ha afirmado el presidente de la AEEMT, Luis Reinoso-Barbero, “la Medicina del Trabajo puede ayudar en el medio ambiente laboral, en cuanto a los determinantes de salud descritos por la Organización Mundial de la Salud, en un 20% --evitando riesgos y evaluando los no evitables”.

Para Reinoso-Barbero, es muy importante conocer cuáles son los accidentes de trabajo más prevalentes de cada empresa y sector para evitarlos. "Una vez que sabemos cuáles son, lo ideal es aplicar el artículo 15 de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales sobre cómo proceder al respecto", ha concluido.

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