Profesión

La farmacia y el Catsalut no esperan conflictos con enfermería en Cataluña

Una nueva edición del debate ‘Las claves que afectarán a la farmacia’ se ha producido en Barcelona, donde representantes del COF, del CatSalut y de Teva han analizado las cuestiones de actualidad que afectan a la farmacia.
Un momento del debate sobre las claves de la farmacia que se celebró en el COF de Barcelona

Bajo el epígrafe ‘Las claves que afectarán a la farmacia’ se están revisando, en diferentes puntos de la geografía española, los principales aspectos que están afectando a la farmacia actual, y que marcarán el futuro de la profesión, tales como la verificación unitaria de medicamentos, el desabastecimiento, el conflicto con enfermería o el futuro de los medicamentos genéricos, todo ello con la colaboración de Teva, Diariofarma y los colegios de farmacéuticos provinciales.

Así, tras las conclusiones alcanzadas en País Vasco  Canarias o Galicia, donde ser realizaron sendas reuniones, le ha tocado el turno a Cataluña, donde más de un centenar de farmacéuticos se ha dado cita en el COFB, bajo la moderación de José María López Alemany, director de Diariofarma, y las opiniones expertas de Jordi de Dalmases, presidente del Col·legi de Farmacèutics de Barcelona, Jordi Torrent-Farnell, director del Àrea del Medicament del Servei Català de la Salut y Rafael Borrás, director de Relaciones Institucionales y Comunicación de Teva.

Jordi Torrent-Farnell, director del Àrea del Medicament del Servei Català de la Salut

Sistemas antifalsificación

Ante la inminente entrada en vigor, el próximo 9 de febrero de 2019, de la obligación de verificar la autenticidad y ausencia de manipulación de cada uno de los medicamentos dispensados, tanto en farmacias como en hospitales, Jordi de Dalmases ha valorado el nuevo proceso de la misma forma que lo hace el resto de CCAA, con sorpresa y desconocimiento. “Sólo sabemos que será un sistema de verificación en base a un precinto y un código individualizado para cada fármaco”, apunta, “pero no sabemos cuánto tiempo supondrá el manejo del día a día, qué sucederá con esa información que pasará a engrosar la base de datos nacional, o cómo se gestionará la posibilidad de retroceso de la prescripción, que se ha limitado a diez días”.

En opinión de Josep Torrent-Farnell la clave radica en la posición que ha tomado el Ministerio de Sanidad respecto a las CCAA y que se vehiculará en función de un real decreto. Bajo su punto de vista, lo realmente preocupante es si en las próximas semanas se abrirá algún tipo de diálogo que permita definir la cooperación, compartir experiencias y encontrar un sistema suficientemente permeable que haga del nuevo nodo una herramienta válida para todas las Comunidades Autónomas.

Desabastecimientos

Rafael Borrás, como representante de la industria farmacéutica, ha reconocido la existencia de desabastecimientos, posiblemente debido a que el medicamento no es un recurso ilimitado. “La producción de medicamentos –asegura– precisa de tiempo y recursos. Es cierto que, en algunos casos, el desabastecimiento aparece por problemas de la propia industria, pero la solución al problema podría pasar por ofrecer un papel esencial el farmacéutico, que podría aplicar su capacidad pedagógica con el paciente para proponer la sustitución de un fármaco desabastecido por otro, y cuando eso no es posible, buscar otra alternativa terapéutica mediante la participación de otros profesionales sanitarios”.

Jordi de Dalmases, presidente del Col.legi de Farmacèutics de Barcelona

Sobre este tema, Jordi de Dalmases ha confirmado que, al margen de los casos de desabastecimiento existentes, “muchos o pocos”, el sentimiento que generan, tanto en la población como entre los propios farmacéuticos, es de profunda inseguridad. Dalmases asegura que la concentración de la producción de un cierto fármaco en una sola factoría puede ser una razón justificable de desabastecimiento, pero que cuando éste viene de la mano de la valoración de cuotas de mercado, o por la puesta en marcha de nuevos conceptos de distribución que defienden el contacto directo entre paciente e industria, la solución se hace más difícil.

También ha recordado que el CGCOF ha puesto en marcha herramientas, como CISMED, capaces de realizar una monitorización y seguimiento de los fármacos desabastecidos, confirmando su generalización en todo el territorio, ofreciendo alternativas y acabando con la inseguridad que esta situación supone para el farmacéutico. Dalmases recuerda que Cataluña es una de la comunidades con menor número de farmacias integradas en el CISMED, por lo que aprovechó para realizar un llamamiento en favor de su utilización.

Por su parte, Josep Torrent añadió que el hecho de que un paquete de golosinas sea más caro que algunos medicamentos esenciales, supone una situación inaudita que también fomenta una bajada de producción y, por lo tanto, un desabastecimiento. “El Ministerio ha decidido tomar cartas en este asunto para evitar la existencia de auténticas lagunas terapéuticas”, confirmó, “con la protección del precio de algunos fármacos esenciales, es cierto que la lista no llega a la treintena, pero no deja de ser un primer paso destacable”.

Servicios profesionales farmacéuticos asistenciales

El desarrollo de los servicios profesionales farmacéuticos asistenciales (SPFA), de cuya implantación Cataluña ha sido pionera, constituyen una nueva herramienta que puede ser capaz de incrementar la efectividad de los medicamentos, al optimizar su uso por parte de los pacientes, y ayudar a mejorar su salud con tareas preventivas, de cribado y de autocuidado de la salud.

Rafael Borrás, director de Relaciones Institucionales y Comunicación de Teva.

Dalmases consideró que, a pesar de que su desarrollo en Cataluña viene de lejos, la implantación es menor de lo deseado. “No cabe duda que hemos pasado de un modelo de atención farmacéutica a otro de servicios”, subrayó, “pero lo cierto es que el objetivo final es cambiar, evolucionar, porque el proceso de dispensación en el futuro, la acción concreta de hacer llegar la caja del medicamento al paciente, no estará en manos del farmacéutico. Esa no es nuestra labor, la nuestra es la de gestionar el conocimiento y la de ser garantes ante la población de la calidad de los fármacos”. Dalmases confirmó que los SPFA suponen una herramienta sólida y segura de crecer de modo protocolizado respecto al resto de profesionales de la salud.

Sobre la necesidad de concertar un mayor número de servicios de los que ya están en marcha, Dalmases aseguró que el reto no debe centrarse en abarcar un gran número de ellos, sino llevar a buen puerto los que están en marcha.

Torrent-Farnell aseguró que, a este nivel, Cataluña ya está muy lejos del simple debate sobre farmacia y dispensación como actividad básica, persiguiendo, en cambio, que el farmacéutico retome una actitud multidisciplinar en el ámbito de la salud, siempre integrando, nunca usurpando tareas que son propias de cada uno de los profesionales que conforma este proyecto de salud, “un proyecto que, sea dicho de paso, se apoya en la formación, la educación para la salud y las tareas asistenciales complementarias de los sistemas nacionales de salud”, apostilló.

Sobre la posibilidad de mejorar la comunicación entre médicos y farmacéuticos o el acceso de éste último a la historia clínica del paciente, Torrent-Farnell señalo que, aunque Cataluña goza de un sistema sanitario en muchos aspectos modélico, cuenta con 27 tipos diferentes de historia clínica que no se hablan entre si, lo que supone un serio problema y la obligación de solucionarlo prioritariamente. “¿Es factible que el farmacéutico use la historia clínica de su paciente? En Cataluña creemos que sí, porque el paciente ha puesto la máxima confianza en su farmacéutico de referencia. Este profesional debería poder consultar la historia clínica, tras firmar un consentimiento, y modificarlo con datos conseguidos en la oficina de farmacia, como cifras de colesterol o de presión arterial, o en base al seguimiento de un paciente crónico”, planteó, y afirmó, de paso, que “lo que hace la farmacia y no queda registrado, no existe, por lo que es necesario ofrecer herramientas que reviertan esa situación y dar valor al trabajo del farmacéutico”.

Participantes en el debate sobre las claves de la farmacia que se celebró en el COF de Barcelona

A este respecto, Borrás afirmó que el papel de la industria puede ser determinante en la implementación de los SPFA, desde el momento en que quiere ser un partner del farmacéutico. “La efectividad del medicamento está en manos del farmacéutico, y eso nos alía de forma inquebrantable. Por otro lado, la industria ha demostrado muchas veces que apoya firmemente la cartera de servicios, siempre que suponga una ventaja para este profesional y que cuente con una correcta remuneración, porque no hay que olvidar que hemos optado por un modelo farmacéutico que así lo demanda”.

Conflicto con enfermería

Sobre la existencia de un conflicto entre enfermería y farmacia, los debatientes aseguraron unánimemente que, en Cataluña, ni se contempla, ni se espera.

Dalmases afirmó categóricamente que en Cataluña el “hacha de guerra” está enterrada, que el diálogo es la práctica imperante, y que el enfrentamiento observado en otras CCAA “no tiene justificación alguna ni un claro objetivo. Hay quien considera que el crecimiento profesional comporta la usurpación de responsabilidades entre sectores profesionales, y nada más lejos de la realidad”, subrayó.

El presidente del COFB aseguró que el rol de los profesionales de la salud ha cambiado sustancialmente, y de una situación en la que el médico era el rey, la enfermería un mero colaborador del médico y la farmacia un agente dispensador de lo prescrito por el médico, se ha pasado a otra situación en la que médicos, enfermeros y farmacéuticos trabajan estrechamente y con responsabilidades propias, que no son delegadas del médico, sino de su propia profesión, y que juegan un papel esencial en la atención primaria.

“Ante algún tipo de duda a nivel de dispensación, posiblemente fuera más sencillo para el farmacéutico contactar con la enfermería gestora de casos que con el propio médico, ya sea a nivel de mensajería, receta electrónica o teléfono”, apostilló.

Torrent-Farnell suscribió cada opinión vertida por Dalmases y aseguró que mantener el conflicto es un grave error. “En Cataluña enfermería ya puede prescribir, y ahora estamos estudiando la forma de aplicar esa opción en la receta electrónica, ya sea a nivel de OTCs, vacunas o material de curas”, comunicó, para concluir que “en Cataluña queremos conformar un modelo que se relacione, que cuente con diferentes prescriptores y ordenarlo de forma progresiva.

Medicamentos genéricos

El último tema a debatir se centró en la situación actual del genérico, un mercado que, en los últimos años, ha experimentado en la farmacia una ligera reducción, algo poco habitual en un sector que no supera los 20 años de existencia. Esa situación, junto al deterioro de los precios que impulsa la legislación española sobre genéricos, está suponiendo un problema para los laboratorios productores de genéricos, y podría derivar en un problema de salud pública.

Borrás ha declarado que la situación es, como poco, mala. Denuncia que España está, en porcentaje de uso de genéricos, entre 25 y 30 puntos por debajo del resto de Europa, asegurando que esa situación se da porque a las administraciones sanitarias no les interesa el genérico, “ya ha cumplido su papel, que es bajar los precios del medicamento, por lo que… gracias por los servicios prestados”, ironiza.

Pero advierte que “si lo que se persigue es un modelo de país donde se tenga acceso a una innovación de calidad, el mercado del genérico debería desarrollar un papel catalizador, algo que actualmente no sucede en Cataluña”.

“Iniciativas básicas en su supervivencia, como el diferencial de precio, aplicar prioridad por principio activo, o mantener el diferencial de margen entre genérico y marca, han desaparecido, y no hay que olvidar que suponían un buen incentivo para el farmacéutico. Lo que no es admisible es que actualmente no se haga nada y que nos limitemos a observar con estoicismo como el mercado del genérico decrece un 0,9% este 2018, cuando tiene poco más de 20 años de existencia y todavía no es maduro”, asevera.

Torrent-Farnell suscribe estas opiniones, pero las matiza asegurando que la cuota de genéricos en Cataluña es la más elevada de toda España, con un 53%, no así en biosimilares, donde a duras penas se alcanza la mitad de la cuota registrada en otras CCAA, confirmando, en todo caso, que el uso del genérico como vehículo para bajar el precio del medicamento es un error y una perversión del sistema.

Por su parte, Dalmases apuntó, finalmente, que el genérico ha supuesto la solución estructural para mantener sostenible el sistema sanitario, “pero ahora mismo, si fuera representante de los intereses de la industria farmacéutica, me sentiría profundamente traicionado por la Administración. Sanidad utilizó el genérico durante la crisis con sobrado éxito, pero ahora han cambiado las reglas del juego de forma unilateral: no existe prescripción por principio activo y no es obligatorio prescribirlo a igualdad de precio”, y añadió que el genérico debe protegerse, no para los actores, si no que para los propios fabricantes de genéricos.


Texto y fotos: Javier Gracia

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